EL AMANTE DEL AMOR, teatralidad encantadora

18 mágicas puestas para otros tantos sonetos de Shakespeare que hablan del amor y la condición humana

El amante del amorActúan: Victoria Almeida, Stella Brandolín, Mariano Gladic, Roberto Romano, Alejandro Viola – Vestuario: Sebastián Sabas – Sobre textos de: William Shakespeare – Dirección: Helena Tritek

Los cinco intérpretes de El amante del amor se mueven creando diferentes personajes y escenarios. Citerea y Adonis cuentan su historia en un mágico y artístico teatrito, al compás de uno de los sonetos de El peregrino apasionado. Una mujer dice las palabras de Hamlet cuando afirma que el hombre es una obra maestra; mientras, un barítono se acerca cantando Deh, vieni alla finestra, o mio tesoro de la ópera Don Giovanni, de Mozart.

Hay altas dosis de erotismo, hay bastante humor, hay libres coreografías y movimientos palaciegos, un par de instrumentos de cuerda, tres bancos que se acomodan de acuerdo al momento, una iluminación estupenda y un vestuario cuidadísimo que no desdeña atractivas máscaras. Eso es,  apenas, algo de lo mucho que hay para disfrutar en El amante del amor, espectáculo admirable que cierra con un emocionante número que canta a Jerusalén y remite a la tradición judeo-cristiana.

La directora Helena Tritek no ha dejado detalle librado al azar. Todo está pensado y muy bien resuelto. No hay prácticamente espacios entre un soneto y otro, se enlazan como en sueños. El parejo elenco cumple su labor con creces. Es muy bueno el trabajo de Roberto Romano, es notable ver a Alejandro Viola componiendo un personaje tan distinto del que nos ha divertido por años con Los Amados (Karabalí), es sumamente atrayente la voz abaritonada y el color mozartiano de Mariano Gladic, es imponente la presencia adusta y a la vez subyugante de Stella Brandolín (La casa Alba). Y, capítulo aparte, es colosal el trabajo completísimo, sustancioso y exquisito de Victoria Almeida (El trompo metálico, La última vez).

La idea es sencilla. La realización es impecable y encantadora. Llega al alma del espectador a través de las palabras de Shakespeare y la puesta en escena de cada uno de los sonetos elegidos. La originalidad y el buen gusto están al servicio del teatro, generando un espectáculo inusualmente llamativo y precioso, tanto en lo estético como en lo espiritual. Conmueve, emociona. Martin Wullich

Se dio hasta 2020
Auditorio Larreta
Mendoza 2250 – Cap.
buenosaires.gob.ar/museolarreta
Estrenó en Patio de Actores (2010)

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