Parece increíble que en este mundo de aromáticos perfumes y fragancias se haya recuperado hasta la palabra colonia. En épocas pretéritas se decía incluso agua colonia, y se sabía que era más fresca que un perfume. Sus vahos refrescaban no sólo la piel de quien la usaba, sino el aire en el cual se movía, proveyendo un hálito de liviana y encantadora fragancia con notas muy precisas en ocasiones y algo indefinidas en otras, haciendo de la colonia el ideal para el uso veraniego.
En conmemoración de los 200 años del nacimiento de la Patria, la firma André Latour relanzó, en una edición especial, la colonia La Franco. Orgullo de la marca, la fragancia clásica viene en su envase original de vidrio, de casi medio litro, como objeto de lujo y colección. Y además, en la búsqueda de nuevas generaciones de consumidores, dos alternativas se suman a la familia: Manantial y Natural.
Según los mentores de la idea, es una oportunidad única para revisar nuestra historia, valores, usos y costumbres, y revivir aquellos productos que forman parte de nuestras raíces. Quizás, también, en el sentido histórico, volvamos por un instante a las bellas épocas de la colonia. Martin Wullich
Colonia La Franco Clásica
Salida: Aspic, Limón, Lavanda, Flor De Naranja
Medio: Rosa, Geranio
Fondo: Vetiver, Sándalo, Ylang- Ylang
Colonia La Franco Manantial
Salida: Limón, Bergamota, Coriandro, Menta
Medio: Salvia Sclarea, Geranio, Muguet, Jazmín
Fondo: Sándalo, Cedro, Ámbar, Musgo de roble, Musk
Colonia La Franco Natural
Salida: Petit Grain, Romero, Clavo de Olor, Espliego
Medio: Geranio, Jazmín, Galbanum
Fondo: Almizcles, Hojas de Cedro, Patchouli
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