AL DI MEOLA, señoras cuerdas

El músico deslumbró con temas propios, de Astor Piazzolla y de The Beatles

Casi coinciden en sus respectivas visitas a Buenos Aires: Paco de Lucía estará tocando los días 15 y 16 de noviembre en el Teatro Gran Rex. Al Di Meola estuvo enfrente, en el Teatro Opera, el pasado 2 de octubre, luego de 16 años de ausencia. Después de que el norteamericano formara, junto con Chick Corea y Stanley Clarke, el legendario grupo Return to Forever, arrancó una carrera solista que lo llevó por los terrenos del jazz, el rock fusión, la llamada World Music, la música sinfónica y también el tango. Y junto con DeLucía y John McLaughlin integró un mítico trío que lo acercó de un modo definitivo también al toque flamenco. Todas estas influencias subsisten en el actual Di Meola, un guitarrista que a sus 58 años sorprende con una técnica instrumental asombrosa, pero que además de eso demuestra ser un músico sensible, claro y siempre efectivo.

Di Meola vino a presentar All your Life, grabado en el mítico estudio británico Abbey Road y dedicado, por supuesto, a recrear composiciones de Los Beatles, a quienes el músico reconoce como una de sus influencias fundamentales. El repertorio del programa complementó sus versiones de las canciones de Lennon y McCartney con temas propios y material de Astor Piazzolla, de quien el estadounidense fue amigo cercano. A pesar de que nunca llegaron a grabar juntos, de un tiempo a esta parte la obra de Piazzolla se ha convertido en un eje recurrente en los discos y presentaciones del guitarrista, y siempre resulta interesante apreciar la dimensión que adquiere la obra del marplatense en las manos de este virtuoso que no ha tenido ningún otro contacto con la música argentina.

A lo largo de su carrera Di Meola ha demostrado que es capaz de adaptar tanto la guitarra eléctrica como la acústica a cualquier estilo musical, si bien reconoce que la eléctrica le resulta más proclive a la hora de generar climas líricos. La guitarra acústica, claramente más demandante, lo acerca en cambio más al toque propio del flamenco. En este caso, acompañado por Fausto Beccalossi en acordeón, Peter Kaszas en batería y Kevin Seddiki en segunda guitarra, Di Meola tocó un instrumento acústico al cual, sin embargo, hizo sonar por momentos como una guitarra eléctrica, ventajas de las modernas tecnologías aplicadas a la música.

Sobre el final del recital, ya en los bises, invitó a subir al escenario al pianista argentino Mario Parmisano, quien durante un buen tiempo formó parte de su troupe, en un gesto de reconocimiento a un talento local que debería ser mucho más conocido en nuestro medio. Finalmente, ya terminada la función, Di Meola reapareció en el foyer del teatro, para firmar discos y conversar brevemente con la gente, demostrando una excelente conexión.

“Me hubiese gustado…” es una frase que por lo general preanuncia cierto desencanto. Pero no siempre.  Porque a uno le hubiesen gustado mil cosas. Por ejemplo, que DiMeola y Paco de Lucía hubiesen coincidido en un mismo escenario. O que Mario Parmisano hubiese contado con un piano de concierto y que juntos hubiesen hecho un recital exclusivamente piazzolliano. O que el recital hubiese reservado más tiempo a la improvisación del guitarrista, a solas él con su instrumento sobre el escenario. Pero nada de esto es un reclamo, porque todo lo que se vivió fue sencillamente una fiesta. Germán A. Serain

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Un Comentario

Deja una respuesta