LA MONTAÑA LIBRE, alto vuelo

Casi como un epónimo, La montaña libre alude al apellido de su creador, Martín Freiberg (en alemán, “montaña libre”), y también al libre fluir de la creatividad y la improvisación en este primer trabajo de la agrupación liderada por el baterista oriundo de Buenos Aires. Freiberg, nacido en 1991, egresó del Conservatorio Manuel de Falla y ha acompañado a reconocidas figuras como el pianista Adrián Iaies, o el bandoneonista Dino Saluzzi en el ensamble de la UNSAM. Ha sido integrante además de la Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín y presentaciones en importantes salas, además de realizar aperturas de jam sessions en Buenos Aires.

La montaña libre – Martín Freiberg

En este trabajo, el cuarteto que completan Patricio Bottcher (saxo soprano), Tomás Fares (piano) y Sebastián de Urquiza (contrabajo) explora las posibilidades que, además del jazz, aportan géneros tan diversos como el rock y la música clásica. Sobre este último género, hay un guiño a Modest Mussorgsky y su suite Cuadros de una exposición: en la continuidad de Preludio a Bydlo y Bydlo, el contrabajo nos recuerda el pesado paso del ganado (“bydlo”, en polaco), acaso tirando cansinamente de un carro, graficado por la melancolía del saxo y la suavidad del piano. Barrilete, el tema que abre el álbum, evoca el libre vuelo de un juguete de otras épocas.

Yes it is es un bello homenaje a The Beatles, una preciosa balada en formidable arreglo; Sebastián Greschuk (flugelhorn) y Lucas Goicoechea (saxo alto) pusieron su genial aporte. Entre dos ojos es una mirada amplia a las individualidades de los cuatro integrantes que se entienden a la perfección. Cuestión que se replica en Preludio a Agorero y Agorero. Cerrando el álbum, la suavidad del contrabajo en Mimo se funde con la delicadeza de los otros instrumentos; el clima parece romperse con Arrebatado, estado de ánimo que parece estar presente en el saxo soprano.

Martín Freiberg y su cuarteto conforman la combinación justa de talento y equilibrada osadía, imprescindibles a la hora de producir un álbum que merece una atenta escucha y el aprecio de todos los matices y horizontes posibles en la música de hoy. Viviana Aubele