Flores arrancadas a la niebla – Actúan: Alejandra Arístegui y María Seghini – Música y Sonido: Ana Foutel – Vestuario: Sandra Li – Escenografía: Carlos di Pasquo – Iluminación: Fernando Díaz – Autoría: Arístides Vargas – Dirección: Ana Padilla
Dos mujeres parecen no tener nada en común. Una es fotógrafa y la otra es botánica. Las dos están unidas por el exilio y el desarraigo. Un encuentro fortuito hará que sus vidas se transformen. Ante un exterior hostil se debe buscar un refugio en el interior. El vínculo de amistad que tejen estas mujeres será sutil y se construirá lentamente. Al principio, la mujer botánica se niega a todo contacto, pero luego va cediendo, de a poco.
Flores arrancadas a la niebla apela tanto al realismo como al surrealismo. Hay lugares que forman parte de lo real; otros pueden ser ficticios. Lo onírico se ve presente claramente en la escena de las flores. Y las flores que se arrancan pueden dejar raíces para crecer nuevamente. Es lo mismo que sucede con el desarraigo; hay quienes pueden florecer en otros países. Es la propia historia de desarraigo del propio autor, Arístides Vargas, un dramaturgo que debió exiliarse tras la dictadura militar en Argentina.
La pieza combina fragmentos metafóricos con fragmentos que apelan directamente a la realidad. Forma parte de una trilogía. Las actuaciones de Alejandra Arístegui y de María Seghini resultan verdaderamente convincentes. La dirección de Ana Padilla logra sacar lo mejor de estas actrices que, con actos simples, muestran grandes verdades. Es un trabajo sólido que incita a la reflexión y a la toma de conciencia sobre nuestro pasado. Estas mujeres, al ser arrancadas de su lugar de origen, huyen a la selva; allí podrán, a pesar de los obstáculos, arrancar de nuevo. Milly Vázquez
Sábados a las 18
Patio de actores
Lerma 568 – CABA
(011) 4772-9732
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