SEONG-JIN CHO, entre Schubert y Berg

El pianista coreano habla sobre su nuevo álbum, que compartimos en un recital en video

No es para que nadie se sienta ofendido, pero hay lugares en el mundo donde destacarse como músico resulta mucho más difícil que en otros. Es lo que sucede por ejemplo en Rusia, o con los instrumentistas de los países de Oriente, donde la competencia por ser el más virtuoso puede llegar a ser feroz. En este contexto surge la figura del pianista Seong-Jin Cho, quien en octubre de 2015 llamó la atención del mundo al ganar el Primer Premio en el Concurso Internacional de Piano Chopin de Varsovia. Ese paso lo llevó a que unos meses más tarde, firmara un contrato exclusivo con el pretigioso sello Deutsche Grammophon.

Sus dos primeros discos estuvieron dedicados a Chopin, incluyendo sus cuatro Baladas y el primer Concierto junto a la Sinfónica de Londres y Gianandrea Noseda como director. Luego siguieron las Imágenes de Debussy, un cuarto álbum dedicado a Mozart, y finalmente el disco titulado El caminante, con la fantasía homónima de Schubert, la Sonata en Si menor de Liszt y la Sonata Op. 1 de Alban Berg.

Nacido en Seúl en 1994, Seong-Jin Cho comenzó a estudiar piano a los seis años. Y según él mismo afirma enseguida tomó la música como una profesión: «Me di cuenta, cuando tenía unos diez años, que para tocar mejor debía practicar mucho», señala en una entrevista. «Dejó de ser un juego. Yo quería interpretar obras difíciles de Liszt y Rachmaninov… Y como era imposible para unas manos tan pequeñas, con catorce años empecé a interesarme por el repertorio alemán: Beethoven, Brahms y especialmente Schubert.»

Esta preferencia del intérprete, convertido en una de las nuevas jóvenes estrellas internacionales de la música clásica, está presente en su último disco. Seong-Jin Cho reconoce en Schubert a uno de sus compositores favoritos: «Su música es muy personal y nos hace confesiones muy íntimas. Quizá más que un genio era un compositor muy sincero con su música. Algunas de las innovaciones de su obra me parecen increíbles, en especial si tenemos en cuenta lo joven que murió. Schubert concibe esta Fantasía del caminante como alguien que merodea por el mundo. Hay soledad, desamparo, cierta desorientación, así que es muy triste. No dramática, pero sí íntima y melancólica. Es una obra muy compleja y con muchísimos componentes.»

Por otra parte el pianista sugiere que Liszt admiraba la obra de Schubert. Y que esta Fantasía influyó en la composición de su Sonata en Si menor, lo que explicaría que la estructura de ambos trabajos sea similar. «La Sonata de Liszt es una obra muy profunda y dramática, que habla sobre la vida, el amor y la muerte. Cuestiones tan vitales que cuando termino de tocar acabo agotado. Sin embargo, también en Mozart, que es alegre, a veces lírico y obviamente más ligero que Liszt, aún dentro de esa alegría casi juguetona hay mucha sensibilidad y emociones complejas.» 

Por supuesto, también sobre Liszt es posible hacer una lectura similar, ya que pone en relación esa profundidad de las emociones con una faceta virtuosística, o literalmente exhibicionista. Pero entonces alguien podría preguntar cómo encaja la Sonata de Berg en esta selección. Y Seong-Jin Cho responderá que así como la música de Schubert era muy adelantada en el marco de la Primera Escuela de Viena, lo mismo sucedió con Berg en la Segunda Escuela, diferenciándose de Schoenberg o Webern. «Berg es indomable. A veces lo siento romántico, misterioso y también un poco dramático. Y todo esto en un solo movimiento, igual que hicieron Liszt y Schubert, así que este es el vínculo entre estas tres obras. Si escuchas las últimas sonatas de Schubert, las armonías que usa son muy extrañas, lo mismo que Berg. Ambos representan el futuro.»

Y ante la pregunta de si Berg no se distancia estéticamente del público en comparación con Liszt y Schubert, su respuesta será definitiva: «Si piensas mucho en lo que le tiene que agradar al público, entonces corres el riesgo de no ser tú mismo. No hay ningún músico que le guste a todo el mundo. Tenemos que ser nosotros mismos y ser muy firmes con eso. Más allá de la técnica, para ser un gran pianista uno debe conservar su identidad y personalidad». Germán A. Serain

Seong-jin Cho Recital : Mozart, Schubert, Berg, Liszt (2019)

La música es importante porque hace pensar a la gente y tiene la capacidad de cambiar las emociones de quien la escucha. Hay quien dice que la música es capaz de cambiar el mundo.
Yo no diría tanto, pero sí es capaz de cambiar a quien puede cambiar el mundo.

Seong-Jin Cho – Recital en Finlandia (11 de octubre de 2019)
1. 00:37 – W.A. Mozart: Fantasía en Re menor K. 397 
2. 07:03 – W.A. Mozart: Sonata para piano No. 3 en Si bemol Mayor K. 281
3. 21:47 – Franz Schubert: Fantasía del caminante, en Do Mayor Op. 15 D. 760
4. 44:36 – Alban Berg: Sonata para piano Op. 1
5. 56:15 – Franz Liszt: Sonata para piano en Si menor, S. 178
    ENCORES: 
6. 01:29 40 – Frédéric Chopin: Sonata para piano No. 2 (3er mov.)

7. 01:40:18 – W.A. Mozart: Sonata para piano No. 12 (2do mov.)

Website de Seong-Jin Cho

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