SCHEHERAZADE, continuidad de los días

La suite orquestal de Nikolai Rimsky-Korsakov, interpretada por la Sinfónica de Galicia

En tiempos de cuarentena, todos los días tienden a parecer, si no iguales, al menos muy parecidos unos otros. Esto nos hace recordar aquel pasaje de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez:

«¿Qué día es hoy?» Aureliano le contestó que era martes. «Eso mismo pensaba yo», dijo José Arcadio Buendía. «Pero de pronto me he dado cuenta de que sigue siendo lunes, como ayer. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias. También hoy es lunes».

Quién sabe, acaso algo parecido le sucedía a Scheherazade, la narradora de las célebres Mil y una noches. Recordemos que ella es al mismo tiempo el personaje central y la encargada de desarrollar las historias abarcadas por esta recopilación de cuentos anónimos de la tradición persa. Historias dentro de una gran historia central, que le sirve como marco, la hija del visir de Shahriar, entregada por su padre al gran Sultán, cada noche comienza un relato fantástico, que interrumpe justo antes del amanecer, para completarlo en la primera mitad de la noche siguiente, seguido por el comienzo de otra historia nueva. De esta manera se van hilvanando las historias, las noches y los días, en una continuidad sin fin.

Es que el Sultán, antes de conocer a Scheherazade, había acostumbrado desposar a una virgen cada noche, a la que mandaba decapitar al amanecer siguiente. Esta curiosa y desagradable costumbre había surgido luego de que el Sultán descubriera a su primera esposa engañándolo. Se trataba, según su parecer, de un método cruento pero seguro de no volver a pasar por la misma mala experiencia. El Sultán ya había mandado asesinar a tres mil mujeres cuando el visir, encargado de proveer a las vírgenes en cuestión, descubrió que en todo el reino no quedaban ya más vírgenes, con excepción de su propia hija.

Scheherazade se ofrece entonces al monarca, convencida de que logrará aplacar su ira. Durante la noche, inicia un relato que se extiende durante horas, pero que se interrumpe antes del alba. Cuando el Sultán le pide que concluya su historia, Scheherezade promete que lo hará durante la noche siguiente, y de este modo consigue que Shahriar la mantenga con vida durante las referidas mil y una noches, siempre ante la perspectiva del final de un relato ya iniciado y de una nueva narración por venir. Finalmente, el rey le termina perdonando la vida de manera definitiva.

Inspirado en esta narración, Nikolai Rimski-Kórsakov compuso una maravillosa suite sinfónica que fue estrenada a fines de 1888. En ella el compositor ruso hace gala de una deslumbrante y colorida orquestación y de un notable interés por las referencias musicales que remiten a Oriente. Dividida en cuatro partes, la suite tuvo inicialmente títulos descriptivos, que luego el compositor quiso eliminar, para desanimar la lectura de una historia detrás del desarrollo de la música.​ Sin embargo, esos títulos originales son muy ilustrativos a la hora de encarar una escucha de la obra:

I. El mar y el barco de Simbad
II. La historia del príncipe Kalendar
III. El joven príncipe y la joven princesa
IV. Festival en Bagdad. El mar. El barco se estrella contra un acantilado coronado por un guerrero de bronce.

El tema musical que inicia el primer movimiento representa al dominante sultán Shahriar. Luego, después de unos cuantos acordes en las maderas, un segundo tema que reaparecerá en cada movimiento representa a Scheherazade. Ambos temas se convierten en leitmotivs, y se combinan con el desarrollo de las restantes historias. A pesar de las intenciones declaradas del propio Rimsky-Korsakov, la suite Scheherazade es uno de los ejemplos más claros de una nueva forma de composición, el poema sinfónico, género en el cual la música se encarga de narrar un programa, con personajes que juegan diferentes acciones a través de una trama.

Para acompañar este devenir de días y noches iguales, tan parecidas a las que transitaron tanto Scheherezade como José Arcadio Buendía, les proponemos disfrutar de esta versión de la suite compuesta por Nikolai Rimski-Kórsakov, en la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigida por el prolífico sinfonista finlandés Leif Segerstam. Este concierto fue en el Palacio de la Ópera de la Coruña, el 15 de mayo de 2015.  Germán A. Serain

Rimsky-Korsakov: Scheherazade op.35 - Leif Segerstam - Sinfu00f3nica de Galicia

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