Fábula, leyenda, diversión y reflexión. Estos son algunos de los elementos que se encuentran en El Herrero y La Muerte, el delicioso texto de Mercedes Rein y Jorge Curi. La puesta en escena que diseñó Mario Camarano enriquece ese texto al convertirlo en una farsa con el público que debe mirar por doquier y, casi sin quererlo, participa íntimamente de los avatares que le ocurren a un hombre de campo que -por circunstancias milagrosas- ha recibido un dinero que no soñaba, aunque la cosa no será tan fácil. Camarano agregó guiños costumbristas y de la actualidad para sumar una disparatada cuota de humor, respetando siempre la picaresca criolla en el entorno rioplatense.
Con un vestuario colorido y creativo diseñado por Olga Policella y una precisa iluminación pergeñada por Miguel Morales, el onírico universo que imaginó Camarano para la integración del hombre de campo, el vivillo pueblerino, San Pedro, Jesucristo y hasta el mismísimo Satanás, es sumamente entretenido y se disfruta enormemente en la personificación actoral de un grupo que además aporta música y baile.
El bien dirigido elenco lleva la impronta de los antiguos cómicos de la legua, juglares o trovadores que solían andar de pueblo en pueblo, añadiéndole cierto sensible lirismo y equilibrando alguna falencia actoral. La ternura de cada uno, sumada a la atractiva historia, marcan un compás de leyenda y nos permiten reflexionar sobre ciertas cosas de la vida que -inexorablemente- terminarán con la muerte. Aunque estando La Muerte en un problema crucial, como le sucede, surgirán otros dilemas inesperados. Por algo el mundo está así diseñado. Y a eso nos hemos acostumbrado. Quizás no debamos cambiar nada… quizás. Martin Wullich
Se dio hasta septiembre 2008
Teatro BAC
Suipacha 1333 – Cap.
(011)4393-6941
britishartscentre.org.ar
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