Habíamos escuchado hablar de Marwan, cantautor y poeta, nacido en Madrid en 1979, de padre palestino y madre española. Habíamos leído también, con sorpresa y agrado, algunos de sus trabajos en Internet, dando vueltas por las redes sociales. Lo que no sabíamos es que tendríamos pronto la oportunidad de tener un libro suyo, Todos mis futuros son contigo. Y se pueden leer miles de cosas en Internet, pero un libro siempre marca una experiencia diferente.
La poesía de Marwan resulta en verdad atractiva. Es cierto, acaso no sea literariamente perfecta. Por momentos linda, de hecho, con una sencillez que podría incluso resultar entre algo afectada o lavada para ciertos gustos. Pero tiene contenido, y ese contenido es fuerte y sincero, y allí es donde radica la legítima seducción de su obra.
No deja de ser un dato que su libro anterior, La triste historia de tu cuerpo sobre el mío (2011), vendió en España más de 30.000 ejemplares, una cifra impensada para un libro de poesía, que lo llevó a los primeros puestos en las listas de títulos más vendidos de su país.
Veamos en Todos mis futuros son contigo qué tiene para decirnos este artista que declara entre otras cosas, decidido y a viva voz, su gusto por la obra de Ismael Serrano, sus íntimos conflictos con el amor y, aunque esto último no lo creamos, el hecho de estar harto del poeta que lleva dentro… Germán Serain
«Digamos que hago cosas raras.
No me gustan los caminos rectos si no son hasta tu boca.
Por eso dí un rodeo para olvidarte.
Y nunca quise olvidarte pero me está haciendo falta.
Y he seguido haciendo cosas raras.
He intentado descolgarme las heridas de la piel.
Igual que una camiseta de la cuerda de tener.
Lo mismo que un cuadro de un museo.
Volví a conducir rápido. Suicida.
Para adelantar de noche a mis temores.
Como digo, hago cosas raras.
Te busco en los botes vacíos de la despensa.
Aún veo a la primavera temblar en nuestras fotos.
En las discotecas sólo hay fast food.
Ningún alma que llevarse a la boca.
Me hago un torniquete en la memoria.
Para que no se desboquen los recuerdos.
Por si lo olvidaste, hago cosas raras.
Y corro, de un lugar a otro.
Mi cabeza ya lo entiende pero no mi corazón.
Corro hacia las piernas de la noche.
Corro hacia las sílabas de otro cuerpo.
Corro, corro, corro.
Y ni sirve de nada
y lo sigo haciendo y no sirve de nada
y lo sigo haciendo y no sirve de nada
y lo sigo haciendo y no sirve de nada.
Si algo he aprendido es que
Se puede huir de todo menos de lo que se pierde».
Todos mis futuros son contigo
Marwan
Editorial Planeta
240 páginas
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