Cosas como si nunca – Actúan: Gabriela Ditisheim, Trinidad Falco, Juan Manuel Unzaga – Vestuario: Gonzalo Giachino – Escenografía: Andrea Desojo Mc Coubrey, Inés Raimondi – Iluminación: Leandra Rodríguez – Audiovisuales: Nahuel Lahora – Música e intérprete: Ramiro Mansilla Pons – Sonido: Agustín Salzano – Autoría y Dirección: Beatriz Catani
Algo hay del Martín Fierro en esta obra. También alguna cosa del Facundo. En rigor, hay retazos y referencias de distintos títulos de la literatura argentina, o incluso de nuestra historia nacional, regadas por aquí y por allá. Y hay algo así como un relato, aunque fragmentario y ciertamente desordenado, casi como si fuese una ensoñación. Lo cierto es que, en definitiva, no terminamos de entender de qué va el asunto.
(Abramos un paréntesis. Este comentarista suele decir que el arte no debe ser comprendido, sino sentido. Que no debe pretenderse llegar a una obra de arte a través de un acercamiento intelectual, sino desde la sensibilidad. Pero en este caso el desconcierto nos llevó a querer entender, a encontrar una lógica que pareció empecinada en escaparse, al límite de ponernos al borde del tedio. No quiere decir que esto mismo deba sucederle a usted, si decide ver la obra. Pero es lo que nos pasó a nosotros. Cerremos el paréntesis.)
La responsable de esta puesta performática, Beatriz Catani, decidió realizar una apuesta que combina elementos del cine y el teatro. Hay una película que se proyecta en una pantalla, mientras que al mismo tiempo los actores presentes hacen lo suyo, que por momentos es actuación, por momentos relato, por momentos declamación. Hay sobretítulos, y voces amplificadas que se confunden con otras voces que han sido grabadas previamente. Hay citas en otros idiomas. Hay músicos en vivo, y también otras músicas que llegan junto con las imágenes que se proyectan.
Todos estos elementos interactúan, se interpenetran, pero sin una coherencia clara. La mezcla de los diferentes lenguajes artísticos genera una suerte de palimpsesto, un caleidoscopio que más que atraernos nos aturde. Hay en las palabras sentidos poéticos que se adivinan profundos y trascendentes, pero incluso estos sentidos se pierden, confundidos en la maraña general. La fragmentación discursiva, como marca fundamental del espectáculo, determina una dinámica demasiado confusa y densa.
El título de esta obra es fuertemente poético. Pero se queda en una promesa incumplida. Como podría decir un político mediocre intentando justificar las cosas que ha hecho mal, en Cosas como si nunca pasan cosas. Pero no queda claro qué cosas son, ni qué significan, ni qué es lo que pretenden lograr en el espectador. De todos modos, lo mismo que sucede en política, cada quien podrá tener su opinión al respecto. Germán A. Serain
Se dio hasta 19 de agosto 2018
Teatro Cervantes
Libertad 815 – Cap.
(011) 4816-4224
teatrocervantes.gov.ar
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