Un poco toco – Actúan: Gipsy Bonafina y Marcos Montes – Vestuario: Natalia Oreiro – Iluminación: Oscar Ferrigno – Coreografía: Marcelo Carte – Texto y Dirección: Norma Aleandro
Desgranando canciones de un ecléctico repertorio, Gipsy Bonafina y Marcos Montes nos entregan Un poco toco, espectáculo exquisito, deleitable y con mucho humor. Con dirección de Norma Aleandro, la pareja de actores cantantes bailadores se luce entregando su notable histrionismo y su maravilloso uso de las cuerdas vocales, yendo del tango a la lírica o del bolero al jazz sin solución de continuidad.
Resulta que Bebecita y Alberto se reencuentran tiempo después de haber dejado su trabajo de entertainers en cruceros de lujo. La idea es presentar un nuevo show, ahora en tierra y aprovechando “estos teatritos de Palermo donde pasan tantos turistas”. Claro que algunas cosas han cambiado, sobre todo en ella. Ya no quiere hacer lo mismo, se ha vuelto creativa, le busca otra vuelta a las presentaciones pues le ha encontrado otra vuelta a su vida, y también está algo más snob.
El contraste entre los dos personajes es maravilloso. La inocencia, el candor y la chatura de uno no entiende el posmodernismo del otro. Y el otro no puede creer que el uno se haya enquistado en el remanido show crucero turístico sin evolución alguna. Los diálogos son riquísimos y divierten con un sinfín de ocurrencias. Los mohínes de Gipsy Bonafina, componiendo esa mujer superada -capaz de andar armada-, que va en aras de una original performance, son tan elocuentes como los de su compañero Marcos Montes, quien gestual y corporalmente demuestra su enorme talento histriónico, tal como cuando personificó el robot en “La felicidad” de Javier Daulte.
La música, el canto, la interpretación de ambos, tanto individualmente como en sublimes duos, logran trasladar al espectador a diferentes horizontes, con un encanto y una seducción que subyugan desde el comienzo, cuando entonan Georgia on my mind. Siguen Gardel, Guaraní, Jobim, entre otros. Después de una secuencia de Carmen de Bizet, en donde el humor va parejo a la estupenda voz y emisión de Bonafina, ya nada volverá a ser lo mismo. El disparate de Un poco toco y el delirio de ambos se exacerbarán en la medida en que no encuentran el camino para hacer lo que quieren hacer, mientras hacen de todo. Acompañados por piano y guitarra, irán apareciendo la célebre tortura china, el Kama Sutra y el sushi, mezclados con París, las ristras de salchichas y hasta una ameba primigenia.
Montes y Bonafina son geniales, y Norma Aleandro supo hacer brillar esa genialidad en forma inteligente y divertida, una combinación más que bienvenida. Martin Wullich
Se dió hasta noviembre 2008
Teatro El Piccolino
Fitz Roy 2056 – Cap.
(011) 4779-0353
elpiccolino.com.ar
