UN BALLO IN MASCHERA, gran final de temporada

Rita Cosentino traslada la puesta en escena a principios del siglo XX, en una versión con muy buenas voces

Un ballo in maschera (ópera) – Música: Giuseppe Verdi – Cantantes: Ramón Vargas, Alessandra Di Giorgio, Germán Enrique Alcántara, Guadalupe Barrientos, Oriana Favaro, Samuel Fernando Rodó, Lucas Debevec Mayer, Cristian De Marco, Juan Cueto, Diego Bento – Escenografía: Enrique Bordolini – Orquesta: Estable del Teatro Colón – Dirección: Beatrice Venezi – Coro: Estable del Teatro Colón (Dir.: Miguel Martínez)  – Dirección de escena y Coreografía: Rita Cosentino 

Algo de historia

Gustavo III y Una vendetta in Domino fueron los dos títulos propuestos para esta ópera en el transcurso de los tres años en que fue retenida en la oficina de los censores  napolitanos que, influidos por un atentado contra el Emperador Napoleón III, se negaban  a permitir la escenificación de un hecho ocurrido en 1792: el magnicidio del Rey Gustavo III de Suecia, representante del despotismo ilustrado en su país, que marcó un período de absolutismo en lo político, pero que contribuyó a desarrollar las ciencias y las artes en todo su esplendor.

Faltarían cinco óperas y 37 años para la culminación de la producción lírica de Giuseppe Verdi en 1893. Los tres años e innumerables correcciones al encargo hecho al compositor, dieron como resultado la ópera Un Ballo in Maschera, sobre un libreto de Antonio Somma que se estrenó en 1859. La obra comparte  los rasgos  de sus obras maestras del período intermedio del autor, aunque va explorando  elementos dramáticos y musicales que encontraremos plenamente realizados  en La Forza del Destino, Don Carlo, Aida, Otello y Falstaff.

La historia de la creación de la ópera nos recuerda que “nada nuevo hay bajo el sol” ya que merece un artículo aparte basado en el tema de la censura, como la reviven la entrañable Cinema Paradiso y la película argentina El censor (1995), dirigida por Eduardo Calcagno y protagonizada por Ulises Dumont que retrata al crítico Miguel P. Tato, responsable de tantas “desapariciones” de escenas de películas  argentinas . 

El tema del magnicidio de Gustavo III  interesó al libretista Eugène Scribbe  y fue utilizado  por  compositores, como  Daniel Auber para su ópera Gustave III, ou Le Bal masqué.  Más tarde  Saverio Mercadante compuso Il Reggente (1843) con libreto en italiano de Salvatore Cammarano. Verdi tuvo que trasladar su acción de Europa a una gobernación británica en el Nuevo Mundo. Así la acción se sitúa en Boston, a fines del siglo XVII y en vez de un rey, aparece en el rol principal el Gobernador Riccardo, En este punto, la ópera se convirtió en Un ballo in maschera.

La puesta del Teatro Colón

En la presentación del último título de la temporada 2024, la directora de escena (y coreógrafa) Rita Cosentino trasladó la acción a principios del siglo XX, cuando William Mc Kinley, presidente perteneciente al Partido Republicano y uno de los cuatro mandatarios asesinados en la historia de los Estados Unidos, fue baleado por un anarquista en 1901 durante una visita a la Exposición Panamericana en Buffalo (Estado de New York).

Según el conflicto suscitado en un libreto bastante insustancial, surge la duda acerca de si en el desenlace de la ópera se lleva a cabo un crimen político, un crimen pasional, o ambas cosas. Los engranajes se unen en el personaje de Renato: amigo incondicional del gobernador y dispuesto a enfrentar peligros para salvarlo. Su vida da un vuelco al descubrir el romance entre los dos seres que más quiere: su esposa y su amigo, lo que lo lleva a unirse a los conspiradores para llevar a cabo su venganza personal.

La dirección musical estuvo en manos femeninas: la italiana Beatrice Venezi estuvo correcta en sus indicaciones, atenta al acompañamiento de las voces, clara en los solos orquestales y respetuosa con el lucimiento de los diversos instrumentos solistas a los que el compositor les asignó diálogos con las líneas vocales.  En el programa de mano no figura Lucía Zicos, a cuyo cargo estuvo la compleja dirección de las dos bandas internas de 17 y 12 músicos, respectivamente.

A pesar de la escenografía minimalista y muy funcional de Enrique Bordolini, algo nos sugiere de la época de La Edad de la Inocencia, film de Martin Scorsese que recrea la alta sociedad neoyorquina de la época. Un detalle interesante fue la incorporación en escena de un personaje importante en la trama pero sin presencia: el hijito de Amelia y Renato. Tal como el hijo de Cio-Cio-San y Pinkerton en Madama Butterfly, la inocencia del niño, ajeno al drama que se cierne sobre él, agrega dramatismo al tercer acto.

A pesar de lo anodino del argumento, Verdi  trató de ahondar en la psicología de los personajes. Esto se reflejó en las interpretaciones de quienes tuvieron a su cargo los respectivos roles en la función que me tocó presenciar. Los años de carrera no han hecho mella al polifacético  tenor mexicano Ramón Vargas, que conserva intacta la belleza del timbre de su voz reflejando con  todos los matices la evolución de su  difícil  personaje, despreocupado en un principio, profundizando luego hasta llegar a un fin vaticinado al sacrificar su vida por el amor de Amelia.

La actuación y el excelente desempeño vocal de nuestro compatriota, el barítono Germán Alcántara, nos hicieron compartir el dolor de Renato, su desilusión  y el sentirse víctima  de sus dos mayores afectos conyugal y fraternal. Su actuación alcanzó el climax con su vibrante aria Eri tu. La joven soprano Alessandria Di Giorgio, de ascendente carrera en los teatros del mundo, hizo un notable debut con Amelia en el Teatro Colón. Expresiva y con técnica excelente, esperamos su pronto regreso en otros roles.

Al argentino Germán Alcántara se le unieron dos de nuestras cantantes de nivel internacional.  Oscar, papel ideado por Verdi para soprano (en vez de mezzo) en el rol travesti que evoluciona de joven paje a deus ex machina encontró en Oriana Favaro la intérprete ideal no sólo en lo vocal sino en la interpretación del joven adolescente conflictuado. La Ulrika ideada por Rita Cosentino, no fue imaginada como una gitana sino como una dama que nos recordaba a La Medium de Giancarlo Menotti.  Guadalupe Barrientos se adueñó del espectáculo otorgando a su personaje un protagonismo absoluto en el segundo cuadro del primer acto. Merecidas ovaciones coronaron su actuación sin fisuras en uno de los roles que han consagrado a las grandes mezzosopranos de la historia de la ópera.

Se lucieron asimismo Fernando Radó y Lucas Debevec Mayer como los conspiradores Samuel y Tom, así como los miembros del Coro Estable del Teatro Colón, inteligentemente dirigidos por Miguel Martínez. Diez años han pasado desde la última representación de Un ballo in maschera en nuestro primer coliseo. La espera valió la pena. Estela Telerman

Fue el 1 de diciembre de 2024
Transmisión del 5 dic 2024. Clic aquí
Teatro Colón

Libertad 612 – CABA
(011) 4378-7100
Sitio Web Teatro Colón

UN BALLO IN MASCHERA 2024 - Teatro Colu00f3n - Rita Cosentino

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