PRISCILLA LA REINA DEL DESIERTO, deslumbrante conquista

Conmovedora aventura cargada de emociones y sentimientos que combinan humor y exultante despliegue

Priscilla la reina del desiertoActúan: Omar Calicchio, Pepe Cibrian Campoy, Juan Gil Navarro y Alejandro Paker – Vestuario: René Diviú – Escenografía: Ana Repetto – Iluminación: Ariel del Mastro – Coreografía: Elizabeth de Chapeaurouge – Dirección musical: Gaby Goldman – Dirección: Valeria Ambrosio

En un viejo autobús apodado Priscilla, se reúnen tres personajes, cuyas diferencias, egos y rivalidades los consolidarán como equipo en una travesía por las rutas australianas. Uno de ellos recibe una llamada de su ex mujer, quien le reclama que vaya a conocer a su hijo de ocho años de edad. Con este objetivo convoca a una transformista que ha sido estrella, y a otro partenaire más joven y extrovertido con el fin de armar un trío musical que lo acompañe a presentar el show en el hotel casino que posee la madre de su hijo. Así, se enfrentan a la moralidad de distintos poblados que cruzan en su camino, evidenciando distintas posturas que aún en gran parte del mundo existe sobre aquel que piensa o vive diferente. La historia pone sobre tablas la conquista de los derechos e igualdad en nuestra sociedad valorando a las personas por lo que son humanamente.

Pepe Cibrián Campoy compone impecablemente a Bernadette, la transformista que integra el grupo. Sin dudas es el mejor trabajo del actor en los últimos años. Sorprende y constituye un hallazgo para muchos que por primera vez lo escuchan cantar, tarea que maneja cómodamente, transmitiendo la gran sutileza y sensibilidad del personaje. Pepe aporta fuerza y humor a las escenas, con hábil ironía en los gags, excelente transición con las letras de las canciones o en el duelo verbal con sus compañeros exponiendo sus dotes de comediante. Esa magistral interpretación se plasma en la aprobación de la platea.

Alejandro Paker es el conductor de la historia. Desde el llamado de su ex, el padre drag queen utiliza todos los matices oportunos para aumentar la ansiedad que le provoca mantener el secreto frente a sus compañeros a medida que se acercan los momentos finales en que se enfrentará con su hijo. Paker realiza un excelente y equilibrado trabajo, entre la contradicción frente a la realidad que vive y la ternura que le provoca ser padre.

Juan Gil Navarro, compone un personaje que alterna entre la comicidad y el drama, enfrentando la exclusión sobre las elecciones sexuales. Si bien no abandona al personaje desde su forma de pensar y actitudes corporales, se acerca a más a la caracterización de cliché de un adolescente gay inquieto. En este personaje faltarían algunos ajustes. En tanto, son muy destacables Florencia Benitez, Claudia Tejada y Gisela Lepio con disfrutables e impactantes voces.

Quien despierta sorpresas y risas es Sabrina Artaza, que se apodera de la atención por la cualidad de expulsar pelotitas de ping pong con sus genitales. Es un rol pequeño, aunque muy eficaz para el relato. Omar Calicchio demuestra su notable talento y la simpática Mirta Wons compone muy bien un desprolijo personaje del interior del país. El libro de Stephan Elliott y Allan Scott es de un humor ágil y original. Los personajes no se esconden detrás de chistes típicos, sino que demuestran el desarrollo de sus realidades, con verdadera naturalidad, y demostrando en las escenas emotivas que hay mucho hay por aprender.

En la puesta en escena de Priscilla la reina del desierto todo está prolijamente ajustado y el trabajo de dirección de Valeria Ambrosio es impecable. El diseño original del extravagante vestuario de Tim Chappel, realizado por René Diviú, genera sorpresas que impactan con imponentes pelucas hasta exóticos y elegantes trajes. La pegadiza música de algunos éxitos de los años ochenta, en manos de Gaby Goldman, aporta dinamismo a la historia. La coreografía de la talentosa Elizabeth de Chapeaurouge aporta alegría y armonía con precisas transiciones entre diálogos y danza. El color en el diseño de iluminación y el brillo atractivo del vestuario se asocian para resaltar los estados de ánimo que atraviesan los personajes, mientras el despliegue escenográfico recrea con ingenio  tiempos y espacios.

Tuve la posibilidad de ver Priscilla la reina del desierto en Nueva York y, afortunadamente, la expectativa ante la puesta en Buenos Aires satisface con gran profesionalismo. Es una celebración a la individualidad y a la aceptación. Sergio Boaglio

Se dio con Pepe Cibrián Campoy
hasta Julio 2013

Teatro Lola Membrives
Av. Corrientes 1280 – Cap.
(011) 4381-0076
Priscilla la reina del desierto en Wikipedia
Valeria Ambrosio en Alternativa Teatral 

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta