Madama Butterfly (ópera) – Música: Giacomo Puccini – Principales intérpretes: Daniela Tabernig, Riccardo Massi, María Luján Mirabelli, Omar Carrión, Ramiro Pérez, Felipe Carelli – Escenografía: Nicolás Boni – Vestuario: Sofía Di Nunzio – Iluminación: José Luis Fiorruccio – Video: Matías Otálora – Orquesta y Coro: Estables del Teatro Colón – Director musical: Carlos Vieu – Directora de escena: Livia Sabag
Desde el primer instante se percibe el planteo de la directora de escena brasileña Livia Sabag: mostrar con crudeza el declive en la vida de una mujer marcada por una sucesión de hechos dolorosos y trágicos. Esta consigna lo abarca todo, escenografía, iluminación, vestuario, proyecciones y desplazamiento escénico. Sabag se entiende y complementa a la perfección con el argentino Nicolás Boni, quien nos ofrece una escenografía salvaje, monocromática y extremadamente bella. El grado de detalles denota un manejo del oficio a gran nivel, lo cual incluye algo esencial en un artista: ser valiente y creativo, sin ceder jamás a la tentación de cumplir expectativas que suelen aferrarse a propuestas no solo repetidas, sino obvias. Es clave ofrecer siempre una revelación sobre lo ya conocido sin traicionar el espíritu de la obra.
Acompañan con acierto las imágenes proyectadas de Matías Otálora, el alud, la avalancha, como símbolo de la devastación de Cio-Cio San quien, abandonada, vive con su pequeño hijo y su criada Suzuki, interpretada de manera excelente por María Luján Mirabelli. Han sido muy bien elegidas las imágenes de apertura, pertenecientes a la película La vida de Oharu, del director japonés Kenji Mizoguchi. Algunas nos remiten también al cine de Akira Kurosawa y su manejo emblemático de los fenómenos meteorológicos.
En esta versión de Madama Butterfly, el vestuario de Sofía Di Nunzio se asocia a la propuesta de manera exquisita, telas opacas en su mayoría, colores simples y complementos sofisticados como el tul de novia o los pantalones de shantung color oro del príncipe Yamadori. Lo mismo ocurre con la iluminación de José Luis Fiorruccio.
La soprano Daniela Tabernig revalida en Cio-Cio San su título de gran figura de la ópera argentina. Lo tiene todo, un instrumento fabuloso, manejo de la expresión y capacidad escénica para componer su personaje de manera convincente y personal. Su voz privilegiada y la poderosa orquesta pucciniana dirigida por Carlos Vieu se complementan y potencian de esa manera única que ocurre cuando se cuenta con una cantante de este calibre.
Con el tenor Ricardo Massi se produjo un hecho muy común en lo que a ejecución musical se refiere dado que quienes presenciaron también la primera función (Gran Abono) coinciden en que esta performance fue muy superior. Esto se debe, más allá de sus indiscutibles condiciones, al encuadre ofrecido por una soprano muy diferente, cuya presencia impactó sobre la función toda enriqueciéndola de manera sustancial.
El resto del elenco y el Coro Estable aportaron lo suyo para este valioso logro en conjunto. Si bien sonaron teléfonos, no hubo chistidos ni las agresivas represalias que resultan más molestas que los ring tones. Se ve que los patrulleros del silencio estaban de vacaciones, afortunadamente. Martín Roig
Fue el 8 de noviembre de 2023
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
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