EL ZOO DE CRISTAL, esa vida frágil

El zoo de cristal – Autor: Tennessee Williams – Versión: Mauricio Kartun – Actúan: Ingrid Pelicori, Agustín Rittano, Malena Figó, Martín Urbaneja – Arte: Stella Maris Santiago – Vestuario: Julio Suárez – Escenografía: Cinthia Chomski – Iluminación: Horacio Novelle – Música: Silvina Aspiazu – Dirección: Gustavo Pardi

El zoo de cristal trata de los recuerdos, los anhelos y deseos, los sueños. Es en esta pequeña historia, creada por Tennessee Williams, donde aparece la esencia de lo humano. No hacen falta grandes acontecimientos sino gestos y acciones que nos llevan a ver lo devastador de ciertas vivencias.

Laura Wingfield es una joven mujer frágil como el zoo de cristal que custodia con tanto cariño. Su hermano Tom es el que debe mantener a su hermana y a su madre con un trabajo monótono en una zapatería, pero desea abandonar sus obligaciones. La madre, Amanda, es un tanto autoritaria y se preocupa por su destino y el de su hija. Una noche invitan a Jim, un compañero de trabajo de Tom, con la intención de que entre Laura y él pueda surgir una pareja. La pieza cuenta con ciertos elementos autobiográficos de Williams y transcurre durante la crisis económica de Estados Unidos.

El relato es sólido y cuenta con una muy lúcida adaptación de Mauricio Kartún. La apuesta a este clásico enriquece la cartelera porteña. Malena Figó le imprime a su personaje esa timidez y vulnerabilidad que tanto le impiden vivir en este mundo. Agustín Rittano es un personaje al borde del estallido, por las exigencias que le tocaron vivir debido al abandono del padre. Ingrid Pelicori se encuentra espléndida en su rol, como la madre que cuida pero a veces también asfixia y manipula. Martín Urbaneja es ese aire fresco que entra en la familia y trae las esperanzas de una vida mejor.

Gustavo Pardi, en la dirección, ha encontrado el tono adecuado para llevar este texto al escenario. La belleza de las imágenes y la poesía de ciertos momentos generan una puesta de suma delicadeza. Milly Vázquez