Hotel Fibonacci – Intérpretes: Les sept doigts de la main – Lucila Alves, Pablo Castro, Arwen Montes De Oca, Philippe Ribeiro, Genevieve Drolet, Patrick Leonard, Thomas Saulgrain y Claudel Douce – Vestuario: Marcela Tazzioli y Ludmila Fincic – Escenografia: Azul Borenstein – Iluminación: Alberto Sagretti – Dirección: Pablo Gershanik y Samuel Tetrealult
Lo más llamativo de la presentación del grupo canadiense, al que se acoplaron algunos argentinos, es la estética. Partiendo de una maleable escenografía, con estupendo diseño de iluminación, Les Sept Doigts de la Main presentó un espectáculo cuyo origen está en una curiosidad matemática que se conoce como el número de Fibonacci, debido al descubridor de cierta relación de una secuencia numérica. De todos modos, podrían haber utilizado como punto de partida una raíz cuadrada o el teorema de Pitágoras, pues la relación con el show está lejos de entenderse.
Una sucesión de números circenses, entre los que hay acrobacia, trapecio, tela, cadenas, danza, equilibrio y fuerza, están ligados por la visita a un hotel cuyo ascensor va tocando los pisos superiores y los subterráneos, cuyos números menciona justamente Fibonacci en su teoría.
Lo cierto es que no hay un gran aporte en estas destrezas, ni tampoco alguna novedad que no hubiese sido vista alguna vez en shows similares. Lo más humorístico está dado por las respuestas que una serie de chicos dan sobre temas relacionados con la vida misma, y también con la muerte.
Un grupo musical en vivo pone el clima necesario para la ejecución de las piruetas, y la cantante oficia por momentos de presentadora de los juegos visuales, que incorporan imágenes televisivas en un imponente aparato.
La idea es buena y apunta a una filosófica reflexión sobre el ser humano, su origen y su derrotero. La realización es lenta, confusa y extremadamente larga. Sobre todo cuando los asientos para permanecer durante más de 2 horas son inseguras gradas de madera, sin respaldo alguno ni suficiente distancia con el vecino. Martin Wullich
Se dio durante julio 2012
Centro Cultural San Martín
Samiento 1551 – Cap.
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