No es actor, no es cantante, ni siquiera ríe, pero su espectáculo –El mundo es una historieta– tiene humor. Carlos Garaycochea aparece en el pequeño escenario y sin mucho preámbulo se sienta en un banco. Su imagen algo esmirriada, sus gruesos anteojos y su prominente nariz -rasgos que bien ha caricaturizado él mismo-, con tono monocorde e inexpresivo, junto a una iluminación que lo mantiene en penumbras, parecerían provocar más pena que risa. Entonces comienza a leer una imaginaria revista semanal como tantas que hay. Es allí donde sus ocurrentes y disparatados comentarios, no exentos de ironía, provocan el efecto de tan marcado contraste. Es la gracia de la desgracia.
En un momento aparece María Marchi para recrear una no tan ocurrente rubia -pues todas las ideas que le trae ya han sido realizadas-, o una innovadora maestra que genera mucha reflexión. Mientras Humberto Primogerio interpreta canciones de su autoría, el humorista y dibujante rinde un tributo respetuoso a muchos de sus célebres colegas, a través de la proyección de ilustraciones que han aparecido en diarios y revistas, desde Medrano hasta Landrú.
En otro momento dará unas pistas para que se adivine quién es el personaje que comienza a dibujar, y el primero que lo mencione se llevará la caricatura terminada. También hará un sorteo de libros con sus ilustraciones. Y admirará junto al público la proyección de un increíble dibujo animado realizado con la música de George Gershwin, o se mostrará a si mismo mientras suena A mi manera.
Entretanto, descubrirá los sorprendentes personajes que pueblan la historieta del mundo en que vivimos, que incluye la historieta nacional. Es un espectáculo simpático, como hecho en el living de su casa, donde el autor y maestro de dibujantes da otra vuelta de tuerca a su redondo humor. Martin Wullich
Fue durante febrero 2010
La Biblioteca Café
Marcelo T. de Alvear 1155
(011) 4811-0673 4878-2505
Carlos Garaycochea en Wikipedia
Comentarios