El cuerpo anímico – Actúan: Mariela Asensio y Cristina Maresca – Vestuario: Gus Alderete – Escenografía: Giuliano Benedetti – Iluminación: Matías Sendón – Dramaturgia y Audiovisuales: Mariela Asensio – Dirección: Paola Luttini
La sociedad artística integrada por Mariela Asensio y Paola Luttini inicia un nuevo desafío, que comenzara con la indagación de temas asociados a la salud y lo social con su espectáculo documental La casa oscura, en el que el tema central era la salud mental. Con El cuerpo anímico eligen la ficción para reflexionar acerca del cuerpo como territorio y límite en un mundo caracterizado por la productividad ilimitada. ¿Cómo se relaciona un cuerpo enfermo con este mundo? O quizás ¿cómo se relaciona este mundo con un cuerpo enfermo?
El cuerpo anímico es una obra auto ficcional de la actriz, directora, dramaturga y docente Mariela Asencio. Dos mujeres, madre e hija que transitan su vínculo, que a su vez está atravesado por la enfermedad de la madre. Somos testigos, como espectadores, de su día a día, de los roles de madre e hija, que a la vez nunca son tan fijos, y se articulan con humor, enojo, llanto, cansancio, alegría; sus códigos y sobre todo de un presente que “se las trae” con el desgaste que implica afrontar y resolver todo lo pertinente la enfermedad de la madre.
Es muy atrayente ver a Mariela Asensio y a Cristina Maresca en escena. Son dos actrices que calan hondo. También es fascinante meterse por un rato en la intimidad de la relación entre Mariela y su madre. Es hipnótico verlas y oírlas, o espiarlas, sentirlas cerca, cotidianas y permeables; ser parte por un rato de “eso” vivo -a veces peligroso- por lo sin filtro de los vínculos más primarios. La dinámica dirección de Paola Luttini no melancoliza una situación tan dura como la enfermedad de un ser querido. Mariela nos muestra, también con audiovisuales gestos divertidos, lindos recuerdos, momentos que en general se pierden por ser triviales pero en realidad nos constituyen y afirman como seres humanos que -por lo menos por ahora- no somos máquinas.
También es hermoso ver los cuerpos, que en algún momento bailan, que ocupan el espacio teatral y se vuelven enormes y luminosos provocando la emoción y la empatía en el espectador abarcando la risa y también las lágrimas. No es un tema fácil, pero es claro que conecta con el amor. Grisel Bercovich
Sábados a las 18
Teatro Del Pueblo
Lavalle 3636 – CABA
(011) 7542-1752
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