EL BARBERO DE SEVILLA, súper ópera

Deliciosa adaptación para niños del trabajo de Rossini

¿Quién no ha tenido en algún momento la leve inquietud de presenciar una ópera, sobre todo si es entretenida como El barbero de Sevilla, o de escuchar aunque sea algún aria en su equipo de música? Cuando esa inquietud tiene que ver con acercar a los niños al teatro cantado, suele hasta generar cierta desconfianza. ¿Hasta qué punto la ópera será un género children-friendly? ¿No les resultará aburrido el argumento? ¿Se fastidiarán nuestros locos bajitos con cantantes adultos que parecieran impostar sus voces a niveles insólitos? Este desafío logró sortearse con mucha precisión y encanto en la magnífica puesta en escena de Carlos Palacios ofrecida por el ciclo Vamos a la ópera de la Fundación Konex, propuesta que deleitó al público infantil y adulto. Además acertó no sólo en la elección de la obra, sino también en la traducción y adaptación al español; tarea que tuvo excelentes resultados al llevar la obra a un nivel que los chicos pudieran entender.

Como presentadores/anfitriones abrieron el espectáculo Súper-Bar (Nicolás Serraiti) ―enfundado en una máscara y vestido cual superhéroe de las series infantiles― y la Princesa Rosina (Alejandra Barrios), quienes tuvieron a cargo la faceta didáctica de la obra: adelantaban lo que sucedería y daban detalles pintorescos, como la pasión de Rossini por la cocina, o el estreno en 1816, dato que permitió la asociación didáctica con la gesta de la independencia de nuestro país.

También se lucieron Santiago Martínez (conde de Almaviva) y Fabiola Masino (Rosina) en excelente dúo. Los acompañaron Fígaro -y su célebre Soy el factótum de la ciudad– a cargo de Gabriel Vacas; un genial Leonardo Menna como don Bártolo, el celoso pero tierno tutor de Rosina; y Felipe Cudina Begovic (Basilio) cuya performance fue impecable en lo actoral y en lo lírico. Completaron Alejandra Herrera como una simpática Berta, y Luis de Gyldenfeldt, que debió cumplir el doble papel de Fiorello y de oficial.

No faltaron detalles claramente anacrónicos que, sin embargo, no desentonaron: un celular para que Rosina envíe mensajes por Whatsapp a su amado conde, o disfraces de superhéroes modernos que Fígaro le ofrece a Almaviva para ocultar su identidad y así entrar a la casa de don Bártolo para estar con su amada Rosina.  Un personaje en el que el autor seguramente no pensó cuando compuso El Barbero de Sevilla -y formó parte de esta puesta- fue el que interpretó Amarella Villoria: un colorido loro que además entretuvo a los niños durante el intervalo, y se llevó una ovación en el saludo final. La cuota de baile la aportaron María de la Paz Lucero y María Fernanda Núñez, que dieron vida a dos encantadoras sevillanas.

Un reducido ensamble orquestal cumplió muy bien su labor, acompañando con precisión a los cantantes y al coro. Todos fueron muy aplaudidos, al igual que el régisseur Carlos Palacios.  Es muy destacable la interacción de los cantantes/actores con el público durante todo el espectáculo, ya que al finalizar firman autógrafos y charlan con los chicos. La propuesta supera las expectativas de padres que desean acercar a sus hijos al mundo de la ópera. Viviana Aubele

Trailer - El Barbero de Sevilla - Temporada 2015

Se dio hasta agosto 2015
Ciudad Cultural Konex

Sarmiento 3131 – Cap.
(011) 4864-3200
www.ciudadculturalkonex.org

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