Claroscuros, música, devenir sin tiempo que vierte ciclos, teatralidad, cuerpos, sensualidad, estética, canción, roces, muerte, agonía, despertar. Muy daliniana –vale decir, muy propia de Dalí- es la combinación de música, movimiento, gestualidad, texto teatral y vestuario que reúne esta pieza. Diego Bros encarna a Salvador Dalí, representando el alma del personaje surrealista, compartiendo las tempestades que lo habitan y constituyen.
Por eso nos vamos enterando de algunos episodios y relaciones importantes de la vida del artista. Gala, musa, amante y mujer del artista, es interpretada por Flavia De Luca en forma segura, cautivante y misteriosa. El relato trata también su relación con Walt Disney y su expulsión del grupo de los surrealistas. Sin embargo, la apuesta del autor y director, Mariano Taccagni va más allá de la biografía del multifacético creador, toma como eje su psiquis y nos adentra más bien en el mundo peculiar, onírico, sensual y arriesgado de Dalí.
Con buenas y parejas actuaciones, cada intérprete encaja perfectamente en su physique du role, bailando y cantando con personalidad y en armonía con el personaje que representa, percibiéndose una profunda búsqueda artísitica en el universo que plasma el director. El espectador es invitado a sumergirse en el inconsciente del icónico artista. Se le propone pensar y sentir como él, ingresando en aquella locura que, según el mismo Dalí, al reconocerla le era dado saber que no estaba loco, tras lo cual lo llevaba a alcanzar los más desbordados límites creativos.
La música de Gaspar Scabuzzo, original, versátil y también muy daliniana, acompaña y sostiene el despliegue escénico. Vale la pena acercarse a esta visión de Dalí, para salir de la sala con mucha música, con los sentidos más abiertos, habiendo conocido más acerca de la vida del pintor y del apasionante movimiento del que formó parte. Grisel Bercovich
Lunes a las 21
Teatro El Método Kairós
El Salvador 4530 – Cap.
(011) 4831-9663
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