BABILONIA, un clásico discepoliano

El siempre vigente texto de Armando Discépolo con su reflejo social, en versión de Roberto Mosca

BabiloniaElenco: Noemí Morelli, Cutuli, Roberto Castro, Roberto Mosca, María Comesaña, Anabel Cherubito, María Elina Rúas, Ricardo Díaz Mourelle, Pepe Monje, Emiliano Dionisi, Patricia Kraly, Carlos Kaspar, Maia Francia, Rocco De Grazia y Rodolfo Rodas – Autor: Armando Discépolo – Dirección: Roberto Mosca

Una colosal mesa se yergue sobre el escenario. La misma, en tamaño natural, será el punto de encuentro de quienes trabajan en la cocina. O de desencuentro, pues mientras la noche avanza también habrá sospechas, diferencias y traiciones.  No es fácil compatibilizar tantos criados y etnias, cuatro gallegos, una madrileña, dos napolitanos, una francesa y un alemán; menos aún cuando la dueña de casa es una pretenciosa arribista que esconde un pasado tan oscuro como el de su marido y los trata abiertamente de chusma. Pero es la fiesta de compromiso de la hija, y todo debe salir impecable, o parecerlo. Armando Discépolo señala el enfrentamiento de dos niveles sociales con espacios bien delimitados. Una escalera divide el lúgubre sótano del luminoso comedor, donde brillan alhajas por doquier, hasta que un collar desaparece…

La obra es uno de los reflejos más fieles del cambalache argentino, aquel que bien retrató el otro Discépolo (su hermano Enrique). A tal punto hay un guiño, que el cocinero Piccione afirma categóricamente que “estamo a la tierra de la carbonara: salado, picante, agrio, dulce, amargo, veleno, esplosivo… ¡te lo sancóchano todo e te lo sírveno!… Ladrone, vittimas, artistas, comerchantes, ignorante, profesores, serpientes, pajaritos… son uguale: ¡a la olla!… ¡Jesú qué Babilonia!…”. Pero todos deben callar, en aras de mantener su trabajo. Cuando Emma, la niña, pregunta a Cacerola, el pinche de cocina, sobre su situación, él –en perfecto cocoliche- contesta: “arregolar”, perturbando al resto de sus compañeros, quienes temen estar peor si llegan a perder su trabajo.

Si bien Roberto Mosca se luce actoralmente, su dirección es algo despareja en tiempos y marcaciones. Hasta que se desata el problema central, hay mucha morosidad en el desarrollo, a tal punto que el subtítulo de esta obra,  una hora entre criados, aquí se estira inútilmente quince minutos más. Cutuli compone muy bien al clásico mucamo gallego. Rocco  De Grazia logra un digno hijo de los dueños de casa. Sorprende Anabel Cherubito en el rol de mucama madrileña. Rodolfo Rodas es notable en su papel de discreto portero. Emiliano Dionisi es un perfecto pinche de cocina, tímido cuando quiere, pícaro a veces y torpe siempre.

Con lograda escenografía, adecuada iluminación y un muy elaborado vestuario, esta Babel criolla entretiene con sus “enriedos”. Martin Wullich

Se dio hasta julio 2008
Teatro de la Ribera
Av. Pedro de Mendoza 1821 – Cap.
(011) 4302-9042

teatrosanmartin.com.ar
Texto de Babilonia, una hora entre criados

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