AMALIA ABARIA, múltiples facetas

Entrevista a la escritora, artista plástica y socióloga

La escritora, artista plástica y socióloga Amalia Abaria nos habla de sus múltiples facetas. Con La tierra es plana, su más reciente libro,  se acercó a la microficción en textos de humor  fino e ironías delicadas. La poeta, con varias distinciones en su haber, destaca las enseñanzas que le ha dejado Graciela Maturo y también nos cuenta de su interés por indagar temas sociales. En el libro Cartas a Lina la autora publicó las cartas de amor que su padre le mandaba a su madre; en ellas podemos apreciar lo fogoso e intenso de sus palabras, así como también un poderoso componente poético. En la presentación de los dos libros, el próximo martes 7,  intervendrán Dirbi Maggio y Elena Eyheremendy.

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Libros de Amalia Abaria

¿En tu libro La tierra es plana, hay un juego con las paradojas y las ironías?
A raíz de tu pregunta reflexioné sobre el tema y considero que sí aunque los escritos hayan surgido, como suele ocurrir con toda escritura genuina, de manera inconsciente. Esos textos aluden a una realidad no tangible que escapan a una interpretación lógico racional.

¿Cómo fue tu acercamiento al género de la microficción?
Se produce en especial por la difusión del género que viene llevando adelante el amigo poeta Piero de Vicari.  Y así fue surgiendo  mi necesidad de lectura y comprensión de la esencia de la microficción. Más tarde, me animé con la escritura y afloraron los textos que reuní en el libro.

Amalia Abaria ¿El género te permite jugar con el humor?
Así como en mi poesía no aparece el humor, en varias  de mis microficciones sí se manifiesta y a veces emparentado con la ironía. Pezuñas o Aversión y ternura son ejemplos de textos que han surgido de imágenes visuales relacionadas con algún recuerdo. La mayoría son producto de la imaginación.

¿De qué manera se conecta tu carrera de socióloga con tu carrera como escritora?De joven sentí una inclinación hacia la lectura, la escritura y el arte. Pero también me interesó siempre el aspecto social del hombre, su desenvolvimiento dentro de una cultura, sus relaciones de adaptación con el medio. Y en mi juventud me vi inmersa en un movimiento generacional de fuerte contenido político, de ahí mis estudios y graduación en la carrera de sociología que no   desarrollé en el área laboral, puesto que siempre me desempeñé en el área docente o en áreas humanísticas de capacitación empresarial. En algunos de mis  textos, fundamentalmente en varios de mis poemas, se advierte una necesidad de cuestionamiento de las injusticias sociales, la miseria, la marginalidad, o como ocurre actualmente con el horror que me causa la situación de los inmigrantes en varias partes del mundo,  pero sin caer en ningún tipo de  escritura ideologizada.

 ¿Cómo empezó tu trayectoria y cómo se desarrolló en el campo de las letras?
De niña era una ávida lectora muy motivada por mis padres,  y en la adolescencia comencé a escribir mis primeros poemas, de los cuales conservo solo uno dedicado  a mi padre, en un estilo dentro del canon clásico. Más adelante, mientras el país atravesaba momentos de silencio político, comencé a asistir a los Talleres de Poesía de Atilio Castelpoggi que me abrió un mundo y empecé ya a preparar mi primer poemario Del lado de la vida (1984). En esa época vivía en  Merlo y concurría a los encuentros literarios de Antonio Aliberti quien tuvo la generosidad de traducirme un poema al italiano y enviarlo a una Asociación de Cultura de Sicilia donde obtuve Mención a Poeta Extranjero.  Luego vino un largo intervalo, en el que no publiqué, y aunque estaba muy abocada al mundo laboral, siempre tenía conmigo un libro de poemas ( Pavese, V. Aleixandre , Neruda y tantos otros) Recién en 2009 aparecí nuevamente con Caminos ( Botella al Mar),  El musgo y la calma (2013), Breves azules, Necesidad del silencio (excelente edición de Vinciguerra).Con la editorial de  Ricardo Rubio , La luna Que, publiqué mis libros de cuentos , uno infantil, El hombre que hablaba con los patos y El hermano y otros cuentos. Algunas distinciones recibidas: de La porte des poètes, París 2011, de Gente de Letras, 2013, de Edic. Hespérides, Primer Premio Internacional Poesía, 2017. Desde 2010 administro mi Blog de difusión de poesía: “El silencio y el poema” donde he copiado más de seiscientos poemas pertenecientes a la poesía mundial.

En estos años te has desarrollado como artista plástica. ¿Cómo surge tu acerca-miento a ese mundo?
Mi mundo es la poesía y el arte. Siempre lo fue. Desde niña tenía muy buena facilidad para el dibujo (mi padre y  hermano eran excelentes dibujantes). He realizado numerosos talleres de pintura desde joven, siempre pintando en óleo. Pero en los últimos años me incliné por el aprendizaje y la práctica de la acuarela, técnica por la  que siento mucha afinidad.

Contanos qué es Cartas a Lina y cómo surge la idea de publicarlo.

Luego del fallecimiento de mis padres conservé su abundante intercambio epistolar. Durante muchos años atesoré una caja con las cartas hasta que el año pasado, en plena pandemia (2020),  sentí que debía rendirle tributo no solo a ese mundo de amor sino a la calidad literaria de su escritura, por lo que tomé la decisión de hacer conocer las bellas cartas de mi padre. Para eso tuve que hacer una selección previa de lectura y compilación. Y como mi padre, además de ser un ávido lector de la gran literatura, escribía poemas hermosos, decidí también incorporarlos al libro junto a sus  fotografías (dedicadas a mi madre)  premiadas en concursos de la época (1942-45). La tarea de edición estuvo a cargo de Macedonia Ediciones que realizó un trabajo de gran calidad.

¿Creés que el amor es la gran fuerza que anima la poesía?
El poeta percibe, siente, contempla. Hay una poesía interior antes que el poema. En ese pre- poema, en ese estado pre-racional existen experiencias, vivencias, sueños, impresiones,  motivados por las permanentes situaciones que definen al ser humano, el amor, la percepción de finitud de la existencia, la soledad, la belleza, el sufrimiento.

¿Cómo tenés planeado seguir este camino en la literatura y qué nos podés decir de tus próximas apariciones?
No tengo un camino prefijado aunque estar proyectada hacia el futuro me permite ir dirigiéndome hacia esos deseos, que van tornándose en metas u  objetivos. Por ahora, la poesía sigue viviendo conmigo y  durante este último año terminé de escribir otro poemario, aún inédito. Pronto, en diciembre haré las presentaciones al mundo literario, de La tierra es plana y Cartas a Lina.

¿De qué manera conjugás el arte plástico con las letras?
Hace años, visitando en Roma el Museo Capitolino quedé fascinada con la visión de una escultura en mármol de la antigüedad. Ella representa a un joven príncipe herido por una flecha. Fue tal el impacto que tuve la necesidad de pintar un óleo con esa figura donde el dolor se tiñe de rojo. Más tarde escribí un poema sobre el mismo tema. También me ocurrió algo similar al  presenciar la muestra del  Guernica en el Museo Sofía en Madrid  y los bocetos que Picasso había estado trabajando para ese fin. Ese impacto visual, el horror de la guerra, lo trasladé a mi poema Al Guernica de Picasso. El proceso creativo puede surgir de una visión de alguna obra de arte que luego traslado a la escritura o viceversa. Desde un poema generalmente mío, nace una expresión plástica, como desde el haiku Nomeolvides  que posteriormente  transformé en pintura.

¿Cómo ha sido tu experiencia con el CEP Aletheia, el grupo poético que dirige Graciela Maturo?
En primer lugar, mi encuentro con Graciela Maturo en el mundo de la poesía marcó un hito fundamental en mi vida no solo como poeta sino como experiencia de aprendizaje espiritual. Me ha dejado sus enseñanzas sobre la poesía: verla no como puro lenguaje ni como signo o mera forma o búsqueda de efectos en el lector sino, entre otros conceptos, como un camino de contemplación, elevación y transformación espiritual, lo que yo percibía de manera intuitiva. Todo el desarrollo de cursos, charlas, simposios que se llevaron a cabo durante todos los años anteriores a la pandemia fueron de un alto nivel intelectual donde se analizó siempre la relación entre poesía y filosofía, que me introdujo en el pensamiento de La Razón poética de María Zambrano. En el grupo conocí maravillosos seres humanos y poetas con los que continúo una relación de amistad.

7 de diciembre de 2021
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