Denominación de origen (Chile, 2024, 86 minutos) – Género: Comedia – Elenco: Luisa Maraboli, Exequias Inostroza, Roberto Betancourt, Alexis Marin – Música: Martín Schlotfeldt – Fotografía: Sergio Armstrong – Guion: Tomás Alzamora Muñoz y Javier Salinas – Dirección: Tomás Alzamora Muñoz
Denominación de origen es la segunda película del director chileno Tomás Alzamora Muñoz quien ya con su anterior film La mentira blanca (2017), se abrió camino en el mundo de la comedia. En esta ocasión, la trama gira en torno a la preocupación y el deseo de ciertos habitantes de San Carlos que, tras perder de manera injusta el título de “La Mejor Longaniza de Chile” contra Chillán, su localidad vecina, inician un movimiento social para recuperar su denominación de origen. Lo que podría ser una simple anécdota o curiosidad geográfica se convierte en una historia profunda que explora temas como la identidad, la pertenencia y la rivalidad.
La cinta adopta un enfoque híbrido que oscila fluidamente entre la ficción y la realidad. Alzamora busca retratar personales reales de San Carlos que se enfrentan al desafío de interpretarse a sí mismos y verse inmersos en este mundo ficcional. Esto le otorga al film una autenticidad intrigante que genera un choque en el espectador. Asimismo, potencia el carácter cómico de la propuesta, en la que se desdibujan los límites entre lo real y lo ficcional.
A lo largo del film, el director logra un equilibrio perfecto entre la comedia y el drama. A primera vista, la historia, que se centra principalmente en la longaniza, aparenta ser absurda y no deja entrever el final serio y desolador. La lucha por una simple denominación de origen se convierte en la representación más acertada del centralismo, del abandono y de la lucha constante por el reconocimiento. El humor nunca es gratuito: está al servicio de una fuerte crítica social que logra acentuar donde debe. La historia de la longaniza sancarlina nos invita a reflexionar sobre la situación política y social chilena actual.
Las actuaciones por parte del elenco, compuesto principalmente por habitantes de la localidad de San Carlos, resultan verosímiles y sorprendentes. Lejos de sentirse forzadas, las interpretaciones logran ser orgánicas y emotivas, sostenidas principalmente por la cercanía entre los actores y el conflicto central de la trama que, lejos de ser ficción, es real.
La banda sonora, a cargo de Martín Schlotfeldt, es otro de los elementos a destacar. Esta combina sonidos que evocan a lo rural, pero combinándolo con un ritmo urbano inesperado, que simboliza el cruce entre la tradición y lo moderno. La música ayuda a la construcción de San Carlos como un espacio vibrante, vivo y en constante lucha por preservar su historia.
En definitiva, la película logra combinar humor, ficción, realidad y crítica social en una fórmula que, aunque se nos presente sencilla, resulta profundamente eficaz. Victoria Varacalli
N. de la R.: Este año, Denominación de Origen participa de la Competencia Oficial Internacional del BAFICI.
Comentarios