2 x 3 llueve – Actuación, Vestuario y Dirección: Eduardo Solá – Asistente de Dirección: Juan Salas
Si hubo un personaje creado por Eduardo Solá que lo catapultó a la fama, fue Rosita Castro, viuda de Campercholi, la maestra de escuela que pronuncia su alocución en fecha patria. Su postura, sus miradas, mohínes y gestos locuaces, abrevaron sin duda en alguna de aquellas mujeres que además de docencia habían estudiado declamación e insistían al alumnado en la importancia de la poesía, las tradiciones y el respeto por los gloriosos prohombres que forjaron nuestra historia. Ataviada con su delantal blanco, aunque abrigada con un tapadito por sobre los hombros, sugestivamente maquillada y peinada, la abnegada Rosita homenajea a Sarmiento con un poema al que ha titulado Llueve, ya que cada dos por tres, cuando lo recita… llueve.
Para beneplácito de sus seguidores, no sólo Rosita está presente en este espectáculo, sino una sucesión de mujeres, disparatadas algunas, apasionadas otras, alucinadas también, que el artista recrea con mucha gracia, otorgando a cada una su sello inefable. Solá es un hábil observador de los detalles que caracterizan las variopintas personalidades de ellas y las plasma certeramente en escena, con reconocibles ademanes y posturas, sorprendiendo en su relato.
Haciendo gala de un notable uso de la fonomímica, pero también cantando y hasta tocando magníficamente el piano, el histriónico Eduardo Solá se transforma con pasmosa velocidad en subyugantes y entretenidas mujeres. Es muy destacable y llamativo el variado vestuario, que abarca desde suntuosos vestidos de divas o elegantes strapless hasta recatadas tenidas monacales, a las que se suman pelucas, tocados, alhajas y zapatos que completan la fantasía escénica con el maquillaje propicio.
Pergeñado por el mismo Solá, 2 x 3 llueve fascina y entretiene con humor sutil y mucha picardía. Martin Wullich
Se estrenó en Paseo La Plaza
Luego pasó a La Comedia
Rodríguez Peña 1062 – Cap.
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