HOMENAJE A JEAN-FRANÇOIS CASANOVAS, caviar por doquier

Magnífico y exultante tributo ideado por Walter Soares

Homenaje a Jean-François CasanovasActúan: María Boggiano, Rosanna Bonetto, Cecilia Borre, Carlos da Silva, Hernán Doval, Johanna Ferrau, Gabriela Figueroa, Agatha Fresco, Nacho Gonatta, Sergio Grosso, Mauricio Guzmán, Marcelo Iglesias, Joel Ledesma, Daniela Lieban, Luis López Morera, Fifi Poulakidas, Juan Salas, Walter Soares, Tamara Solange, Tino Tinto y Facundo Vivona – Artistas invitados: Eleonora Cassano, Plácido Donato, Mariel Dupetit, Antonio Gasalla, Divina Gloria, Patricia Profumo, Walter Ríos y Marilina Ross – Dirección: Walter Soares

“Fue la única persona que admiré en toda mi vida”. Con esa frase, Walter Soares dio inicio al homenaje a Jean-François Casanovas, que planeó minuciosamente y dirigió con el profesionalismo que lo caracteriza. Acompañado por figuras que integraron desde siempre el grupo Caviar, empezando por el notable Marcelo Iglesias, un desfile rutilante, coordinado con gracia y precisión, demostró una vez más el porqué del éxito y el estilo que marcó su creador.

Casanovas, llegado de Francia en los 80, marcó una impronta única, de estética Belle Époque, con personajes que se convirtieron en íconos y debieron repetirse en cada espectáculo por exigencia de un público que los disfrutaba enormemente. El completo artista, con su peculiar figura, gestos disparatados y miradas elocuentes, fue un impulsor del arte del transformismo y, junto a una impecable fonomímica, generó un estilo singular en el mundo del music hall.

De sus dilectos discípulos, fue sin dudas Soares quien siguió su línea al dedillo, no sólo en la actuación, las coreografías y las creativas puestas en escena, sino también en las ideas originales, la dirección, la iluminación, el maquillaje y el soberbio vestuario, inusual para producciones que se presentaron en pequeños espacios, con la magia y el glamour de grandes escenarios. Soares igualó y, en ocasiones, superó a su maestro.

Fue por eso que no quedaba una sola butaca libre en la sala, fue por eso que no faltó nadie de los amigos y colaboradores de Casanovas y de Soares, como tampoco de los innumerables seguidores que pugnaban por entrar, recibidos en el foyer por el mismísimo elenco, ya caracterizados y accediendo a fotografiarse con todos. Allí estaban Renata Schussheim -la mujer más nombrada de la noche, por su íntima amistad con Jean-François y su trabajo junto al grupo-, Antonio Gasalla, Marilina Ross, Oscar Araiz, Eleonora Cassano, Divina Gloria y otros tantos que aportaron anécdotas plenas de humor y nostalgia.

Junto a ellos, en exultante y colorida visión, recorrieron el escenario -gracias a la generosidad de Lino Patalano- las dactilógrafas, una enloquecida soprano, la longilínea Dietrich, la que prueba un jarabe “bien rico, igual al dulce” –un super clásico de Soares-, la que recrimina a su amante tacaño, mujeres confundidas, matizados con avisos radiales teatralizados como el de Brillantina Sirena, junto a bailarines e intérpretes de tango, pluralidad de lenguas y retratos de épocas pretéritas, sin desdeñar un dramático relato con ritmo de joropo. Entre ellos, el recuerdo en video de Casanovas junto a su equipo y otro infaltable, el talentoso Eduardo Solá.

El magnífico homenaje, realizado a total beneficio de Lalcec, nos dejó con ganas de más. Habrá que esperar al próximo enero, cuando Club Copacabana suba al Maipo Kabaret. Martin Wullich

Fue el 21 de octubre de 2015
Teatro Maipo
Esmeralda 443 – Cap.
(011) 5352-8383
maipo.com.ar

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