Vitriol – Actúan: Leonardo Alcarraz Lores, Juan Altamirano, Sebastian Bisio, Marilyn Anahí Calvigioni, Paula Cancela, Emiliano Carrazzonne, Patricia Carro, Nicolas Conti, José Luis De Giano, Miguel Finkelstein, Oscar Giménez, Eva Matarazzo, Juan Moretti, Mailen Niño, Ruth Nomeisky, Ignacio Parra, Oscar Rodríguez, Edgardo Souza, Sofía Spano, Gonzalo Eduardo Villanueva – Vestuario: Fernanda Piamonti – Escenografía e Iluminación: Gonzalo Eduardo Villanueva – Música: Natalia Lucía, Juan Moretti – Autoría: Dante Alighieri (de La divina comedia) – Traducción y adaptación: Jorge Sanguinetti – Dirección: Luciano Cohen, Gonzalo Eduardo Villanueva
No es fácil comprender el texto de La divina comedia, de Dante Alighieri, como tampoco lo es Vitriol, la adaptación teatral realizada por Jorge Sanguinetti, que desarrolla el tema en menos de una hora, aun basada en una buena traducción. Por eso se hace necesario leer el programa de mano, donde se trata de explicar sintéticamente –ardua tarea- el argumento de lo que se verá, aunque no haya referencia alguna al acróstico que forma la palabra del título. Si la pieza se viera sin tener idea de su contenido, se gozarán igualmente las poéticas y sentidas frases del autor italiano, en sabia elección de Sanguinetti, que apelan –con cierto hermetismo- al ser humano, a su espíritu, al inconmensurable misterio de la muerte, al desarrollo de la vida terrena y su relación con la vida eterna.
La puesta en escena ideada por Luciano Cohen y Gonzalo Eduardo Villanueva mantiene alguna esencia clásica aunque minimalista, con elementos contemporáneos en el vestuario y en la mayestática torre metálica que representa el Purgatorio, por donde se deberá pasar para llegar al anhelado paraíso. Mallas metálicas, arpilleras, fantasmales máscaras, sandalias y coronas visten los cuerpos, junto a báculos iluminados a la manera de guerras intergalácticas, barbas no muy bien solucionadas que llegan a filtrar palabras dichas por el actor y negros plásticos que remedan bolsas de basura.
En un elenco algo desparejo y con marcaciones no siempre acertadas para el espacio en que se mueven –incluyendo el desprolijo saludo final-, sobresalen Emiliano Carrazzone en su composición de Dante, con creíbles gestos e intención; Alejandro González como Carlos de Anjou; Oscar Giménez personificando la provocativa Serpiente del Edén, y Marilyn Anahí Calvigioni en sus representaciones de la pereza y la lujuria. Deleitan la voz y el encanto de Natalia Lucía, acompañada por las melodías que interpreta Juan Moretti en flauta travesera, mientras oscila entre Casella, Felipe el Hermoso o un alma errante.
Es en la parte estética donde reside el gran atractivo de Vitriol, en las imágenes iluminadas puntualmente por las corpóreas “luces del purgatorio”, que constantemente se mueven, recreando climas con intensidad, colores y protagonismo. Aves y fuegos aparecen también, proyectados en el piso, fundiéndose con los coreográficos movimientos de los artistas. La puesta se torna, por momentos, casi operística. Es cuando más se disfruta. Martin Wullich
Se dio hasta 2011
Palacio Barolo
Av. de Mayo 1370 – Cap.
Estrenó en La Manufactura Papelera
www.vitriolteatro.blogspot.com
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