Esta pequeña novela de Iosi Havilio se escurre ante el lector como si alguien dejara la canilla abierta hasta dejar vacío el tanque. En un solo párrafo, sin esa bocanada del punto y aparte, sale la historia de un desempleado que puesto a disponer de su tiempo libre, en ese limbo que se impone frente a la recesión, encuentra nuevas formas de ocupación rozando lo imposible.
José tiene una hija de dos años y su mujer se ve en la necesidad de retomar su empleo en una editorial, de modo que todas las actividades hogareñas se vuelven el nuevo terreno de experimentación del protagonista: ordenar la casa, llevar a la plaza a la chiquita, emprender el cultivo de una huerta orgánica. Una vez le hace falta una pala, y recurre al vecino. Aquí comienza el primero de una serie de episodios en los que José descubre que tiene un don. ¿Lo tiene? Luego de pasar un rato en lo del vecino, conversando y escuchando música, no puede evitar asestarle un golpe en la nuca con la misma pala que le fue a pedir.
Al correr los días, y esperando qué consecuencias tendrá lo que hizo, descubre sorprendido que el vecino está con vida, y ni rastros del violento desenlace con que lo despidió. Con el vecino escucha por primera vez el tema Pequeña flor (Petite fleur) de autoría perteneciente a un trompetista no muy conocido de New Orleans, Sidney Bechet, aunque versionado hasta el cansancio por diferentes intérpretes, desde Fausto Papetti hasta Los cinco latinos. Así, como al son de una melodía sencilla y pasatista, José se desliza por situaciones en las que prueba y trata de reconocerse en este nuevo rol de asesino que no mata.
Con una narración que mantiene atento a quien la sigue, Havilio se desahoga en una ininterrumpida catarsis de situaciones que parecen no agotar un desenlace. Hasta que al final, la ansiedad por poner a prueba ese don, dejará rondando al acecho la gran pregunta. Silvia Bonetti
Pequeña flor
Iosi Havilio
Literatura Random House
122 páginas
Iosi Havilio (Buenos Aires, 1974) estudió filosofía, música y cine. Es autor de las novelas Opendoor (2010), Paraísos (2012), y La serenidad (2014). Sus libros han sido traducidos al inglés, al italiano y al croata.
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