Mucho tiempo antes de que existieran las transmisiones en vivo, se produjo algo insólito en el Metropolitan Opera House: la presentación de dos óperas de un mismo compositor en dos temporadas consecutivas: 1948 y 1949: Der Rosenkavalier (que el mundo ha podido ver en una nueva puesta el pasado 15 de abril) y Salomé, de Richard Strauss. Pasaron más de setenta años hasta que en las temporadas 2021-2022 y 2022-2023 del Met se presentaron Fire shut up in my bones y Champion, dos óperas de un compositor viviente, con el agregado de que nunca antes se había estrenado una espectáculo teatral compuesto por un autor afro-americano: Terence Blanchard. Y es algo que debería ser tan natural como ver a una mujer en el podio (cosa que también ocurrió en Der Rosenkavalier, que dirigió la australiana Simone Young). No muchos habrían de predecir que esto señala el comienzo de una nueva era en el Met que, como uno de los grandes teatros de ópera del mundo, sienta las bases de grandes cambios en la lírica internacional.
En 1935 George Gershwin estrenó su título operístico más ambicioso y conocido: Porgy and Bess, a la que clasificó como “ópera folk” y fue un bastión de la música del siglo XX. De hecho, tuvo un antecedente: Blue Monday (Opera à la Afro-American) en un acto, que en una posterior producción se llamó 135th. Street. Pero, con Porgy and Bess, la ópera con temática afroamericana se vistió de gala y logró ser presentada en el Met por primera vez.
Champion, digna compañera de Fire Shut Up in My Bones, dentro de la producción de Blanchard, cuenta la dolorosa historia de Emile Griffith (1938-2013), primer boxeador de las Islas Vírgenes que llegó a ser campeón mundial. El sentimiento de culpa por haber atacado ferozmente a su contrincante en el ring causando la muerte de éste a los pocos días ensombreció su vida . La violencia del ataque se debió a que durante el pesaje previo, el rival había tratado despectivamente de gay a Griffith.
La culpa por lo sucedido ensombreció el resto de la vida de Griffith, que terminó en un largo crepúsculo de demencia. Murió a los 75 años, en 2013, un mes después del estreno de Champion en el Teatro de la Ópera de St. Louis.
Con tres cantantes que representan a Griffith (de niño, un joven luchador en su mejor momento y un anciano confundido, incapaz de agredir a nadie), la ópera nos muestra ambientes contrastantes, como la colorida atmósfera de las Islas Vírgenes, donde nació el protagonista, el abuso al que fue sometido en su infancia, el ring, un bar gay, y la institución donde reside al final de su vida.
En Champion aparecen la madre que no lo reconoce cuando se muda a Nueva York para reunirse con ella y el fabricante de sombreros que se convierte en el entrenador de Emile. Vemos el combate mortal; su matrimonio desacertado; sus sucesivas derrotas en el ring y el brutal ataque que sufrió en 1992 saliendo de un bar gay.
Blanchard y su libretista, Michael Cristofer (que también ha escrito una obra de teatro, Man in the Ring, sobre Griffith), cuentan la historia en flashbacks de la memoria destrozada de Griffith quien, a los 60 años, es atendido en Long Island por su amante, convertido en hijo adoptivo y cuidador.
Las dos óperas tienen mucho en común. Quizás lo más notable, dado que Blanchard es heterosexual, es que ambas involucran a protagonistas masculinos homosexuales que luchan contra las concepciones tradicionales de la masculinidad. En las dos, la orquestación es funcional: sinfónica, jazz combo, blues, gospel y negro spirituals.
La atractiva producción de James Robinson para Champion incluye evocadoras proyecciones (de Greg Emetaz) del Nueva York de mediados del siglo XX en el luminoso decorado de Allen Moyer, que cambia con fluidez de una escena a otra (un carnaval en las Islas Vírgenes, un gimnasio de boxeo, encuentros en bares gays), y las secuencias de boxeo alternan entre ráfagas de golpes y cámara lenta. La fascinante coreografía de Camille A. Brown se integra a las diversas escenas. El director Yannick Nézet-Séguin, caracterizado por vestirse según la ocasión (en este caso con una bata azul de boxeador), se adapta a los diversos géneros y realizao además una tarea magistral con los cantantes.
Volvimos a ver al fabuloso y polifacético Eric Owens y a la inolvidable Latonia Moore. Owens hace una interpretación magistral del Griffith en su ocaso, mentalmente confundido y apesadumbrado por los recuerdos. Moore, en el arduo rol de la madre de Griffith es vocal y actoralmente perfecta.
Ethan Joseph, de canto dulce, bella voz y muy afinado en los arduos agudos es un Emile niño ideal. El bajo-barítono Ryan Speedo Green (que había actuado en Fire…), de físico imponente y bella voz, realiza una actuación consagratoria en Champion. La sorpresa de la velada fue una breve pero inolvidable caracterización (casi un cameo) de la famosa soprano Stephanie Blythe como Kathy Hagen, la vulgar propietaria de un bar gay. Estela Telerman
Fue el 29 de mayo de 2023
Auditorio Fundación Beethoven
Av. Santa Fe 1452 – Cap.
(011) 4811-3971 / 4816-3224
Sitio Web Fundación Beethoven
Sitio Web Terence Blanchar
Les recomendamos estar atentos a la repetición de esta función y no perderse la experiencia de conocer uno de los importantes exponentes de la lírica estadounidense de nuestro siglo. E. T.
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