UN PAPEL EN EL VIENTO, encierros mentales

La pulsión de libertad y las jugarretas de la memoria en una obra de Pacho O’Donnell

Un papel en el viento – Elenco: Nicolás Amato García, Juan Manuel Correa, Pablo Flores Maini, Julieta Pérez, Emma Serna – Música: Sergio Vainikoff – Escenografía: Héctor Calmet – Vestuario: Paula Molina – Iluminación: Miguel Morales – Autor: Pacho O’Donnell – Dirección: Daniel Marcove

La voz de un supuesto Führer retumba en algo así como una buhardilla con poca conexión al exterior. Cada tanto, esa voz que parece repetir una y otra vez las mismas palabras, vuelve a poner en órbita a cuatro personas que pugnan por sobrevivir en el encierro físico y emocional que les ha tocado en suerte, sea por sus propias falencias, sea por sus auto-traiciones, o lo que fuere. No sabemos qué pudo, en rigor de verdad, acontecerles a estos seres a los que atosiga no solo el encierro, sino sus frustraciones del pasado. Frustraciones cuyas consecuencias cargan cual pesada mochila.

En Un papel en el viento, su autor Pacho O’Donnell trae a la palestra aquellas cuestiones íntimas que nos paralizan e impiden ir hacia una libertad que, salvo excepciones, parece ser más de palabra que de hecho. En obvia alusión a los campos de concentración de la Alemania nazi, los camastros y la precariedad de ese infame sucucho ponen en juego las alborotadas psiques de cada uno, hacen aflorar sus frustraciones por un futuro dorado que no fue y que quizás nunca sea, los hacen reeditar un pasado adverso, y hacen que la memoria resulte una amiga traicionera. ¿Habrá escapatoria? ¿Qué nos espera al final del túnel? Esta es una cuestión que los personajes irán dirimiendo a la vez que deberán tomar la decisión más controvertida de sus vidas: ¿salir a una libertad tan ansiada como temida, o acostumbrarse al encierro físico y mental?

Con buenas actuaciones del elenco, muy bien capitaneado por Daniel Marcove, el espectador sentirá la furia contenida de Bill (Juan Manuel Correa), ex potencial CEO; la cínica amargura de René (Pablo Flores Maini) y su carrera médica trunca. Por otra parte, Diego (Nicolás Amato García) debió colgar los botines antes de tiempo, y Mónica (Emma Serna) debió decidir quién o qué quería ser en realidad, contra todos prejuicios morales y sociales. Cada historia quizás sea un poco la de cada uno. El quid del asunto es ver hasta dónde somos capaces de vencer nuestras propias barreras emocionales y salir -como por un túnel- a una libertad para la que, en realidad, fuimos hechos desde fábrica. Viviana Aubele

Jueves a las 20.30
Teatro El Tinglado
Mario Bravo 948 – Cap.
(011) 4863-1188
teatroeltinglado.com.ar
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