TIGRES A PUNTO DE SALTAR, poesía pura

Creativa puesta con textos de Tennessee Williams que ahondan en la locura y la sexualidad

Tigres a punto de saltar – Actúan: León Bara, Corine Fonrouge, Analía Montenegro, Carlos Ponte, Silvina Quintanilla, Ezequiel Ruiz, Jorge Sánchez Mon, Carolina Solari, Rolo Sosiuk, Denise Vasiloff – Vestuario: Pupi Carmona – Caracterización: Sofia Núñez – Dirección: Helena Tritek

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“La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos”, escribe Alejandra Pizarnik. No parece haber una frase mejor para pensar la relación entre poesía y locura. Los poetas se sumergen en la intensidad del mundo, de la vida, se internan en los paisajes más abismales del ser y fuerzan los límites de la cordura. Al abrir las puertas de la percepción, el poeta se arriesga a encontrarse con los aspectos más oscuros de su propia sombra.  El delirio y los fantasmas pueden acosar a una persona hasta hacerla perder la razón. La hermana de Tennessee Williams vivió la mayor parte de su vida internada en un psiquiátrico. Se sabe que ella ha inspirado algunos personajes de las obras El zoo de cristal y Un tranvía llamado deseo. “No te rías de la locura, es peor que la muerte”, fue la sentencia de su hermana Rose Williams. Y el propio Tennessee sería también víctima de la enfermedad mental y las adicciones.

Para Tennessee, la aparición del deseo sexual estaría siempre ligada en los personajes a la sublimación y la locura, como señala Lucía Lijtmaer para El país de España. En esta obra de Helena Tritek se hace hincapié en las pulsiones sexuales. La pieza es una adaptación de los poemas In the Winter of the cities y Androgyne, mon amour, cuya autoría es de Williams. Lo que se ha querido rescatar es el caudal poético y la imaginería onírica de la obra del dramaturgo. Porque en definitiva se afirma que Williams era, antes que nada, poeta.

La puesta de Tritek es jugada, se apoya en lo fragmentario y arbitrario de la conciencia y tiene fuertes elementos visuales que servirán de guía por este laberinto de la mente que conforma Tigres a punto de saltar. Los tigres bien podrían ser los del famoso cuadro Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar, de Salvador Dalí, donde se apela al método paranoico-crítico (el artista seguía las teorías de Sigmund Freud). La mirada es lo último que se pierde, y los ojos permanecen despiertos hasta el último instante de vida, por eso lo que percibimos con la vista es tan importante y revelador. Y, asimismo, también lo es lo que percibe el ojo de la mente.

Las palabras inconexas y la exaltación de un discurso que no logra coherencia pero sí contundencia serán los hilos que tejen la trama de una estructura libre donde los personajes siempre nos sorprenden y nos perturban, porque si bien son pacientes de un psiquiátrico, sus ideas alcanzan momentos de lucidez y expresividad extrema que remiten a un concepto de belleza dionisíaca: el orden es imposible, pero las pulsiones se afianzan y nos desbordan. Lo único que enmarca este mundo caótico es la narración biográfica de Williams, al principio. Es acaso el único elemento que nos ayudará a reconstruir un sentido con todo lo que vendrá a continuación. Las actuaciones destacables nos hablan de un trabajo cuidado para ahondar en los recovecos más oscuros de la mente.

A Rose Williams le hicieron una lobotomía y este hecho marcó radicalmente la vida de la mujer, quien perdió conciencia y capacidad de comunicación. La locura es más terrible y espantosa que la muerte, opinaba el escritor,  y es temida por cualquier persona que tema también la reclusión, el aislamiento, la discriminación. El estigma de la locura sigue estando vigente en el mundo de hoy. Los locos son peligrosos para mantener el orden social y atentan contra las buenas costumbres. Será porque ellos encuentran esa intensidad vital en estado puro, intraducible en palabras, y ese fuego los atraviesa y los quema hasta devorar todo vestigio de razón.

En esta obra, las mujeres están mutiladas por el odio (como nos dice el texto); en última instancia, por una sociedad que no las comprende, porque esos seres creativos que desafían las normas siempre son de temer y porque la creatividad no se detiene ante nada, ni siquiera ante los límites de la razón. Los personajes de esta pieza no nos hablan acerca de la locura; la encarnan directamente y nos la presentan sin preámbulos. Milly Vázquez

Se dio hasta fin 2018
Lerma 568 – Cap.

(011) 4772-9732
patiodeactores.com

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