Retiro Zelaya – Expositores: Agustina Comedi, Sirenes Errantes, Alejandro Lodi, Nora Moseinco, Bernardo Nante, Cecilia Pavón, Mabel Ugarte – Idea y Curaduría: Federico León, Agostina Luz López
La belleza está en la alquimia, hay belleza en la restricción.
Nora Moseinco
Conectarse con uno mismo no es encerrarse en la propia subjetividad; sino en aislamiento y soledad, encontrar la conexión con la profundidad. Lo peor del sufrimiento es la insensatez.
Bernardo Nante
Algo sucedió en el Retiro Zelaya en las tardes del 21, 22 y 23 de agosto. No sería errado hablar de una revelación, alétheia (1), o desocultamiento. La verdad, para Martin Heidegger, se asoma en ese juego de ocultamiento y desocultamiento, como si viéramos un claro en el bosque. Tengo la sensación de que esa tarde en Zelaya, muchos pudimos acceder a la verdad, a una verdad transitoria, pequeña y recién nacida, pero verdadera, al fin, y ciertamente iluminada.
Dejarse atravesar por una experiencia es muy fuerte, un hecho revolucionario, transformador. Es difícil, por no decir imposible, poner en palabras lo que aconteció en mí en el Retiro Zelaya. Fuimos más de 250 personas, por encuentro, vibrando juntas a través del zoom. Mabel Ugarte nos conectó con los dolores y secretos familiares que están enquistados en nosotros y nos enseñó que todo diálogo interno alguna vez vino de afuera. Bernardo Nante ahondó en el camino espiritual, también nos enseñó que es necesario volver a pasar por el corazón (recordar) y que en el camino espiritual es fundamental la imperturbabilidad y el cuidado de sí; también la pasión. El ardor es el calor creativo, tiene que ver con el acto de incubar o nutrirse.
Bernardo nos dijo: «Modificarse adentro es también modificar el afuera». Gandhi decía: «Be the change you want to see in the world» (Sé el cambio que quieras ver en el mundo).
Nora Moseinco nos enseñó que todo proceso creativo implica prueba y error, que es bueno que las cosas salgan mal y que una persona, en una clase de teatro, puede llorar tres horas seguidas y lo mágico es que sus compañeras y compañeros nunca le pregunten por qué.
Muchas palabras de Nora calaron hondo en mí:
Lo artesanal es un bebé, es vulnerable, se sintió. La creación es un acto soberano, tiene que ver con el goce. También saber que una está triste o curiosa es un acto soberano. No ir a matar a alguien cuando uno se siente violento; sino hacer un collage con escopetas.
Detrás de la tristeza, hay una furia descomunal. Quitar la niebla no tiene que ver con encontrar algo lindo, se pueden encontrar emociones sombrías; la experiencia creativa no es solo asertiva. A Nora le dan alegría los problemas que surgen en sus clases. Disfruta de compartir recursos creativos que permitan a sus alumnos atravesar los momentos sombríos.
A veces nuestros padres se asustan de nuestra tristeza, no la aguantan. No hay que estudiar para ser alguien; ya somos alguien. Las categorías nos hacen mierda.
Llorando a mares, escribiendo maníacamente contra mí misma, para mí misma, hice el ejercicio de encontrarme con esos secretos bien enterrados, como propuso Mabel. Me reencontré con dolores ocultos, dolencias que palpitaban en mi interior y que seguramente dejaron su huella en mi alma y en mi cuerpo. Algunas de esas dolencias tienen un origen ancestral.
Agustina Comedi compartió su experiencia desde el corazón, habló de la falta de deseo que podemos sentir ante alguien que amamos profundamente y también habló de lo difícil que es contar ciertas verdades en la familia. Pero también es necesario hacerlo y cuando se hace con una voz genuina y sentida, lo más probable es que nuestra historia les llegue a nuestros familiares, los conmueva. Para conmover a los demás primero hay que conmoverse.
Alejandro Lodi habló del ciclo de Urano (planeta revolucionario si los hay). ¿Será casual que esté atravesando mi propio ciclo de Urano en tiempos donde lo tecnológico atraviesa nuestras vidas y las cambia de manera irreversible? Como neptuniana, siento cada vez más la necesidad de fusionarme con otros y otras, de perder mis límites, esto lo hago con el periodismo, el canto, las artes y, claro, la poesía. Es duro no poder encontrar los límites de tu cuerpo o de tu mente, durísimo. Pero hay una vuelta de tuerca: en el hecho de hacer arte, de dar forma a lo informe, está la posibilidad de decir basta, de establecer un límite. Reconciliarse con Saturno. Poder construir una barrera ante los estímulos resulta vital para quienes vivimos fulgurados en un estado de sensibilidad constante ante cada dolor propio o ajeno que se nos presenta. No es posible hacerse cargo de un solo sorbo del dolor del mundo entero.
Alejandro nos enseñó que el alma tiene que ver con el destino y la pulsión con la psiquis. El desafío es cómo responder a esa pulsión, concentrarnos en aquello que nos genera sospecha, con la intuición y el deseo. Por momentos sentimos que nuestra vida es otra distinta de la que habíamos planeado. Cuando aparece el llamado espiritual, nos conectamos con otra vida potencial que estaba allí latente. Hay riesgos al responder a este llamado, pero en el arte y en la vida, es necesario tomarlos.
A veces nos perdemos en un vínculo erótico, pensamos que si la persona amada no nos reconoce, no somos nadie. En realidad, somos en tanto creamos. Existen planetas personales y transpersonales. Los personales tienen que ver con las funciones de nuestro sistema psíquico. Pero los transpersonales no tienen como función consolidar la imagen personal, sino desorganizarnos.
Neptuno nos hace sensibles, más allá de los que podemos percibir con nuestros cinco sentidos; podríamos decir que tiene más que ver con nuestro sexto sentido. Es momento de abrir nuestra sensibilidad al misterio, no por el camino de la razón, no por medio de la sagacidad intelectual.
Somos partes de un todo y solo podemos traducir y simbolizar el misterio, no explicarlo ni entenderlo. Al volvernos sensibles al misterio, nuestra sensibilidad perceptiva va a desbordar nuestro marco de creencias y conceptos. Puede haber momentos en que nos sentimos desbordados, se desencadena una crisis de personalidad y también una crisis de fe. Pero este desgarro trae al mismo tiempo una expansión de la conciencia, una transformación.
Transformarse es morir a una imagen personal para dar nacimiento a nuevas imágenes de uno mismo. Algunos accidentes o hechos casuales se corresponden con la esencia del alma o el destino. Los talentos que estaban en latencia se activan al atravesar por los infiernos. Urano se relaciona con el despliegue de esos talentos creativos que estaban en estado latente.
La parte práctica de este encuentro estuvo a cargo de Sirenes Errantes y de Cecilia Pavón. Hubo experiencias creativas a partir de maníes, de juegos con sal. Hubo una propuesta de escribir sobre lo que nunca escribirías. Yo justo me desconecté para esta última propuesta porque había estado todo el día haciendo un trabajo intenso con mis umbrales, entre mis umbrales, para finalmente poder atravesarlos.
Hubo un chico y una chica desnudos en bañeras. Al principio pensé que era alguien que había dejado encendida la cámara del zoom sin querer, como le pasó a ese estudiante de medicina. Pronto me di cuenta de que eran sirenas. Conecté con mi sirena interior y vibré con su canto. Todavía habito ese eco incesante, como el de las olas o como aquello que escribí alguna vez sobre la poesía: “nuestra voz se vuelca en las palabras y suena por dentro, vibra, esa piedra deja ondas en el estanque del lenguaje”.
Sigo navegando por las olas que Retiro Zelaya dejó en mí. Las siento infinitas. Imagino que estoy ahí, habitando ese jardín tan precioso, donde el arte se vive y se palpita en una hamaca, bajo la sombra de un árbol (léase la higuera de Buda) o al observar un gato refugiado en una parrilla. Me siento sumergida en una obra de Vivi Tellas y me entrego al juego de fusionar arte y vida.
Quizás ahora pueda comprender que debo hacerle más caso a mi intuición; siempre fue una fuerza poderosa en mí. Los conocimientos intelectuales te permiten llegar hasta cierto punto, pero para ir más allá, hay que dar ese gran salto desde la intuición y el instinto.
María Evangelina Vázquez publicó su primer libro de poesía, Ese oleaje hirviente, en Alción Editora (2018).
1 Alétheia del griego ἀλήθεια se traduce por desocultamiento, desvelamiento o verdad. Está formada por la privación ἀ (a),del verbo griego λανθάνω (lanthano) que significa estar o permanecer oculto. De ahí se deriva una noción de verdad como desocultamiento y, consiguientemente, una previa concepción del ser como lo escondido u ocultado que, cuando es conocido verdaderamente se desoculta y muestra lo verdadero, ἀλήθής (alethés). Encyclopaedia Herder
*Agradezco especialmente a Guillermo Pilía, quien me ayudó a comprender la etimología de algunos términos en griego y su significado filosófico. Agradezco a mi maestra Graciela Maturo, creadora del Centro de Estudios Poéticos Alétheia.
Grabaciones de los tres encuentros
Fue el 21, 22 y 23 de agosto 2020
Vía Zoom
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