Los años – Actúan: Marcelo Subiotto, Mara Bestelli, Bárbara Massó, Paco Gorriz, Julian Keck, Demian Villanueva Barrera – Música en vivo: Diego Vainer – Video: Martín Borini – Iluminación: David Seldes – Espacio escénico y vestuario: Mariana Tirantte – Dramaturgia y dirección: Mariano Pensotti – Coproducción: Ruhrtriennale, Münchner Kammerspiele, HAU Hebbel Am Ufer, Künstlerhaus Mousonturm y Complejo Teatral de Buenos Aires.
La obra comienza con un breve monólogo, una reflexión histórica que da cuenta de un tiempo anterior a los egipcios, que no se medía en años sino de otras maneras. Fueron los egipcios quienes inventaron los años como concepto, como idea. Y esta nueva manera de medir el devenir del tiempo determinó cambios profundos en la cultura: una perspectiva hasta entonces inédita desde la cual apreciar la evolución de las cosas y de nosotros mismos. También, un modo de medir lo que nos va quedando.
Escrita y dirigida por Mariano Pensotti, Los años pone en paralelo, de manera simultánea, dos escenas separadas entre sí por treinta años. Un mismo protagonista, en un mismo departamento, rodeado por recuerdos y proyecciones hacia el futuro, junto a otros personajes que conectan un tiempo con el otro, haciendo que ambos se interpenetren.
Manuel, protagonizado por Paco Gorriz a sus 30 años, en 2020, y por Marcelo Subiotto a sus 60, ya en 2050, es un documentalista obsesionado con la historia de un niño abandonado. Su hija, idéntica a su antigua pareja (ambas representadas por Bárbara Massó), es quien conduce de algún modo el contacto entre el pasado y el presente (futuro para el espectador), así como entre la realidad y la ficción teatral. Mara Bestelli y Julian Keck completan el reparto, la primera desafiando el paso del tiempo, poniendo el cuerpo a la misma Teodora, primero amiga y luego pareja de Manuel, y el segundo como su antiguo camarada, idéntico al actual novio de su hija.
Más allá de las proyecciones, mayormente hilarantes, sobre lo diferente que podría llegar a ser el año 2050 respecto de nuestra actualidad, la obra avanza sobre la transformación de los individuos a lo largo del tiempo. Ese choque que se verifica cuando contrastamos lo que alguien esperaba ser con aquello en lo cual finalmente se ha convertido; una colisión que combina lo individual con lo sociocultural y lo político, atravesado por las utopías y los imaginarios.
¿Cómo serán las cosas que conocemos dentro de 30 años? ¿Cómo seremos nosotros —lo que quede de nosotros, acaso nuestro recuerdo— y cómo serán los nuestros? ¿Cómo habrá impactado lo que hoy estamos haciendo de nuestra vida? El juego de hacer teatro dentro del teatro, por el cual los propios actores se reconocen por momentos como tales, cruzando el umbral de la ficción y la realidad, nos deja en claro que en el fondo todas estas preguntas apuntan a los personajes tanto como a nosotros mismos, los espectadores.
El dispositivo escénico creado por Mariana Tirantte, que muestra en paralelo la misma vivienda en dos tiempos diferentes, está muy bien logrado. La planta superior de estos apartamentos hace al mismo tiempo de pantalla, donde se resuelven las imágenes del supuesto documental creado por Manuel. También es el espacio en el cual los tiempos, pasado y presente-futuro, se vinculan.
Las actuaciones son todas más que correctas y se complementan muy bien con los audiovisuales pregrabados y la música realizada en vivo por Diego Vainer… porque al parecer esta es una de las modas teatrales que imperarán en el año 2050. Germán A. Serain
Miércoles a domingos a las 20.30
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530 – Cap.
0800-333-5254
complejoteatral.gob.ar
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