Actúan: Alejandra Flechner, Santiago Gobernori – Músicos: Victoria Barca, Franco Calluso – Vestuario y Escenografía: Endi Ruiz – Iluminación: David Seldes – Música: Franco Calluso – Coreografía: Carolina Borca – Autoría y Dirección: Nacho Bartolone
La creatividad de Nacho Bartolone se fusiona con la historia argentina en un mito regional: la difunta Correa, personaje singular y cobijado por muchos. En La madre del desierto hay poesía gauchesca, música tradicional y teatro del absurdo en equilibrada mixtura. Son el marco perfecto para que ricos personajes brillen durante toda la vanguardista puesta.
Ritmo preciso y difícil texto son obra de este estupendo joven director y dramaturgo. Bartolone hace un trabajo extraordinario, en una atrapante narrativa llena de metáforas. Introduce los personajes con simbolismos y condimentos de humor, disfrazado de drama y guiños del presente. Ambientada en el inhóspito desierto del título, la pieza tiene diferentes lecturas.
Las actuaciones son maravillosas. En mágica combinación, Alejandra Flechner pronuncia cada línea con soltura y picardía, brillantemente. Como un bebe gigante, el acertado e impecable trabajo corporal de Santiago Gobernori funciona como relator de la historia. La dupla permite que el público conecte de principio a fin con el escenario y se involucre en este especial universo de ficción y realidad.
Hay exquisiteces como la música en vivo de Franco Calluso, el llamativo vestuario de Endi Ruiz y la correcta iluminación de David Seldes. La escenografía -también de Ruiz- es convenientemente mínima y funcional. Una tela por detrás representa el desierto y a la vez es la pantalla donde se proyectan distintos estados del cielo. La platea es transportada a esos estados de opresión, soledad y desorientación vividos por los personajes. En La madre del desierto todo funciona a la perfección. Cristian A. Domínguez
Jueves a domingos a las 18
Teatro Cervantes
Libertad 815 – Cap.
(011) 4816-4224
teatrocervantes.gob.ar
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