Fragmentos Mansfield – Actúa: Milagros Almeida –Vestuario: Milagros Almeida, Alejandro Baamonde – Iluminación: Sergio Nicolas Iriarte – Sonido: Sergio Catallani, Miguel Wahren – Dramaturgia: Milagros Almeida, Sergio Catallani, Miguel Wahren, sobre textos de Katherine Mansfield – Coreografía: Ana Gurbanov – Música y Dirección: Miguel Wahren
Aunque la neocelandesa Katherine Mansfield (1888-1923) coincidió cronológicamente y en sus hábitos sexuales con el grupo de artistas, escritores e intelectuales que integraron el Círculo de Bloomsbury -como Virginia Woolf, Vanessa Bell, Leonard Woolf, Clive Bell, John Maynard Keynes, E.M. Forster-, se puede decir que nadie como ella tuvo la habilidad de captar en sus cuentos las sutilezas del comportamiento de sus personajes desde lo más audaz hasta lo más etéreo, razón por la cual se sentía identificada con el ruso Antón Chéjov.
Solamente el amor por este increíble personaje a través de sus escritos puede generar la atractiva dramaturgia creada por tres seres polifacéticos, de los cuales una lleva sobre sus hombros la tarea de enfrentar al público. Ellos son el director Miguel Wahren junto con Sergio Catallani y Milagros Almeida. Ella es la encargada de recitar y cantar Fragmentos Mansfield, textos seleccionados, provenientes de diversas obras de la escritora (diarios, cuentos, cartas, poesías, etcétera). Sólo una artista tan completa como ella puede crear su personaje haciendo gala de sus múltiples cualidades (trucos de magia y juegos de bowling incluidos). Un detalle perceptible es la manera en que a través de la obra modifica su forma de toser reflejando el avance de su enfermedad.
La acertada coreografía de Ana Gurbanov pone de relieve los momentos en que es necesario el movimiento para ilustrar situaciones. Con una escenografía minimalista, van apareciendo objetos que salen de un arcón y cobran vida en el desarrollo de la historia y en sus pensamientos. Al mismo tiempo, estructuras de madera son utilizadas para conformar un marco en el rostro de la protagonista. Con la ayuda del ingenioso trabajo de iluminación de Sergio Iriarte nos da la idea de un primer plano cinematográfico. La protagonista se mira en un espejo y luego recorre la sala reflejando a cada uno de los espectadores, transformándonos a todos en una unidad.
La apropiada utilización de la música merece un capítulo aparte. Las hermosas canciones creadas con textos de Mansfield, arregladas para piano y cuerdas, darían material para componer otras más (suponiendo que no se lo haya hecho aún) y conformar obras para un interesantísimo y novedoso producto musical.
El ritmo acelerado e incesante que propone la dirección refleja la existencia vertiginosa de Katherine Mansfield, que necesitó vivir todas las experiencias en los pocos años que le quedaban, así como la idea que acosaba a la escritora, debido a su implacable enfermedad, tener que abandonar esta vida sin haber dejado una obra por la cual fuera recordada
Para acrecentrar la captación de este bello espectáculo de género indefinible, sería interesante proporcionar o recomendar a los futuros espectadores una referencia acerca de la escritora, su época y su entorno. Estela Telerman
Se dio hasta mayo 2025
Teatro Dumont 4040
Santos Dumont 4040 – CABA
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