FESTIVAL BRAHMS, un requiem humano

Programa dedicado al compositor alemán a cargo del Ensamble Lírico Orquestal y notables solistas

Repetidas veces se ha dicho que Johannes Brahms es el compositor más clásico del romanticismo. Pronto se cumplirán 120 años de su muerte, y el Ensamble Lírico Orquestal que dirige Gustavo Codina se anticipó a esta conmemoración con un programa dedicado al músico alemán. Para ello convocó a la Orquesta Sinfónica Municipal de Florencio Varela, que dirigida por Darío Dominguez Xodo abrió la primera parte del programa con la Obertura para un festival académico y las Variaciones sobre un tema de Haydn, que sirvieron para subrayar el respeto que Brahms tenía por las formas del clasicismo. Si bien la orquesta a pleno sonó razonablemente bien, hubo algunos desajustes en los vientos, que no estuvieron al nivel de las cuerdas y la percusión, lo cual no le quita méritos a la empresa, que corporiza un espacio indispensable para la formación profesional de jóvenes músicos.

Luego del intervalo llegaría la parte fuerte del programa: Un requiem alemán, compuesto por Brahms en parte como homenaje a su amigo Robert Schumann, aunque impulsado también por la muerte de su propia madre. La obra, estrenada en 1868, después de una maduración de varios años, en realidad no responde a la forma de una misa de difuntos, sino que toma distancia  de la liturgia con el propósito de convertirse en una reflexión sobre la muerte desde un punto de vista más humano, aunque sin dejar la presencia divina de lado.

Fue admirable la participación del barítono Luis Gaeta, con voz poderosa y clara,  primero en Herr, lehre doch mich (Revélame, Señor, que mis días han de tener fin, que mi vida tiene un destino y que me debo a él) y luego en Denn wir haben hie keine bleibende Statt (Nuestra morada aquí no es permanente, por ello buscamos la del porvenir), y también destacable fue la participación de la soprano Paula Almerares en Ihr habt nun Traurigkeit (Ahora estáis afligidos, pero yo volveré a veros), que Brahms incluyó tardíamente. Los dos solistas, ciertamente estupendos, le dieron al Coral Ensamble un empuje notable en sus respectivas participaciones, y el  conjunto sonó magnífico en los momentos más brillantes e impetuosos de la obra.

La crisis económica se hizo notar, y a pesar de que las localidades eran económicas, muchas butacas del Auditorio de Belgrano permanecieron vacías, lo cual es una pena. Estamos convencidos de que estos emprendimientos culturales deberían gozar de mayor respaldo por parte del Estado, que garantice su continuidad y desarrollo. Lamentablemente no sucede así, y todo parece indicar que las políticas actuales tienden más bien a lo contrario. En este sentido, al terminar el concierto, resultó ilustrativa, a cargo del Maestro Codina y un representante de la orquesta, una reflexión acerca del virtual cierre de un gran número de orquestas y coros infantiles y juveniles en todo el país, espacios de enseñanza musical, de desarrollo profesional y de contención social tan necesarios como actualmente desprotegidos. Germán A. Serain

Fue el 8 de mayo de 2016
Auditorio de Belgrano
Virrey Loreto 2348, Cap.
(011) 4304-8834
ensamblelirico.com.ar

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