EL SEPELIO, divertido absolutismo

El lucimiento de la muerte y otras disquisiciones en un sorprendente relato

El sepelioActúan: Néstor Caniglia, Cristina Maresca, Diego Rinaldi y Guido Silvestein – Iluminación: Andrea Czarny – Texto y Dirección: Heidi Steinhardt

Ella es una mujer muy especial, qué duda cabe, convencida de que aun adultos, sus hijos siguen siendo chicos –es cierto que en ocasiones lo son-, sabiendo dar precisas instrucciones para todo tipo de menesteres, con fuerte carácter, que va siempre a misa y es vivaracha para el dinero –sobre todo para el suyo-, con una filosofía de vida especialísima basada en lugares comunes y frases hechas que esgrime constantemente.

Es ella quien está convencida de que el sepelio del título –su sepelio- tendrá que ser de una manera determinada, y propone hasta lo que deberán decir las coronas y dedicatorias de los deudos, de modo que no le pase lo mismo que a una amiga fallecida recientemente, cuyo entierro fue de pésimo gusto. Es ella quien jamás soltará su cartera y usará una palmeta -que lleva colgando como si se tratara de un adorno- para castigar a los chicos en vez de matar insectos. En su casa se reza siempre antes de ingerir los alimentos y no solo se pide la bendición para la familia de uno, sino de las amigas y hasta de los probables descendientes, en una solicitud interminable.

El gracioso punto de partida de El sepelio, pieza de Heidi Steinhardt (El trompo metálico), es una interesante excusa para retratar a la familia compuesta por la susodicha y tres disímiles hijos, que ni siquiera parecen conocerse mucho -hasta de la sexualidad de uno de ellos se duda-, con obsesiones como la comida en un caso o el brillo de los zapatos en otro. Con una puesta en escena pletórica de pequeños detalles, que no desdeña clásicos “patines” para el piso recién encerado, la mesita para el teléfono, el almanaque de San Cayetano, una mecedora con la esterilla deshecha o una caja de pinturas y crayones con los que se dibujarán las estaciones, en el diálogo aparecen desde el emáil a la inseguridad reinante.

La misma autora ha dirigido con notable habilidad, aprovechando lo mejor del histrionismo de cada intérprete, particularmente el de Cristina Maresca, en el delirante papel de la madre, donde hace brillar el disparatado texto. Néstor Caniglia, Diego Rinaldi (Auténtico) y  Guido Silvestein otorgan el justo desvarío a los extravagantes  hijos. Martin Wullich

EL SEPELIO (teatro) - martinwullich.com

Se dio hasta fin de 2010
La Carbonera
Balcarce 998 – Cap.
Heidi Steinhardt en este Portal

elsepelio.blogspot.com

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta