La decisión de representar una ópera absolutamente popular, como podrían ser La Traviata, La Bohème, o como de hecho lo es Carmen, tiene una evidente ventaja: se trata de títulos muy atractivos, que garantizan la concurrencia de un público seguro, lo cual para un productor no es un elemento despreciable a la hora de pensar un programa. Pero el asunto tiene también su contracara. Entre las desventajas, la más notable es que por más que la obra esté muy bien montada, el público seguramente tendrá otras versiones ya vistas, con lo cual las comparaciones serán, además de odiosas, inevitables. Este año ya hubo una puesta de Carmen en el Teatro Argentino de La Plata, otra más modesta en el ciclo del Teatro Empire (click), y ahora se suma la que aquí se comenta, con la cual Juventus Lyrica pone un rutilante cierre a su programación anual.
Más allá de que el desempeño de la pareja protagónica, integrada por Rocío Arbizu y Marcelo Gómez, fue más que correcta tanto vocal como actoralmente, nos costó mucho despegarnos de la fabulosa actuación que brindaron el año pasado Mariana Rewerski y Enrique Folger para el Ensamble Lírico Coral. Nos gustó mucho más, en cambio, el gallardo Escamillo de Juan Salvador Trupia y Rodríguez, aunque en esta ocasión escuchamos su canto algo cerrado. También aplaudimos con ganas a la Micaela de María Fernanda Doldán, quien a pesar de figurar como suplente, demostró que estaba muy bien preparada para cubrir el rol. Tanto el coro como la orquesta de esta siempre destacada asociación privada de ópera estuvieron a la altura de las expectativas, bajo la dirección de Hernán Sánchez Arteaga. Mención aparte merecen el coro de niños, muy bien preparado por Federico Neimark, y también el bailaor Claudio Arias, quien animó con su arte la fiesta en lo de Lilas Pastia.
Ya que hablamos de fiestas, durante el comienzo del último acto, hubo un inusitado despliegue de figurantes en la sala, con las luces encendidas a medias y banderas españolas colgando de los palcos. La intención fue convertir la obra en una suerte de festejo popular. Sin embargo, este despliegue contrastó enormemente con la escenografía, ingeniosa pero acaso demasiado austera, desarrollada a partir de pallets y maderas de descarte. El público, en lugar de escuchar la música, se puso a aplaudir rítmicamente, de un modo inadecuado. Nada de esto opacó la velada. El programa de mano adelantó la Temporada 2016 de Juventus Lyrica, con tres títulos que seguramente valdrá la pena ver: La viuda alegre de Franz Léhar, Orfeo y Euridice de Christoph W. Gluck y finalmente Madama Butterfly, de Giacomo Puccini. Germán A. Serain
Fue el 8 de noviembre de 2015
Teatro Avenida
Av. de Mayo 1222 – Cap.
(011) 4381-0662
Juventus Lyrica
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