DEL CEREBRO, el conocimiento como espectáculo

Las neurociencias se posicionan como un nuevo eje de interés

¿Hablamos del cerebro o de un espectáculo? Hay muchas clases de espectáculos: musicales, teatrales, coreográficos, de variedades. Pero de un tiempo a esta parte el público viene mostrando un creciente y saludable interés por otras alternativas, vinculadas de un modo más directo con el conocimiento. No se trata, por supuesto, de un modelo de aprendizaje tradicional, donde un aburrido docente expone lo que sabe con la pretensión de que su alumno memorice datos, sino de algo mucho más atractivo, que no deja de tener proximidades con el concepto de lo que es un espectáculo.

Tal vez el modelo haya estado dado, o por lo menos difundido, por las famosas conferencias TED (Technology, Entertainment, Design), coordinadas por The Sapling Foundation en los Estados Unidos de América. Siguiendo un poco aquel formato, Diego Golombek, doctor en Biología, y Mariano Sigman, cuya especialidad es la Física, presentaron un ciclo de cinco clases dedicadas a las Neurociencias en el marco aportado por la Fundación Konex. La propuesta no requiere que el público sea especialista en ninguna disciplina en particular, sino que tenga curiosidad por conocer -amena y sencillamente- cuestiones que tienen que ver con su propia mente.

Las Neurociencias son muy jóvenes. En las últimas décadas su estudio ha tenido un gran avance -en paralelo con las capacidades tecnológicas de exploración del sistema nervioso- y ha permitido experimentar y comprender mejor su funcionamiento y estructura. La percepción, la conciencia, las emociones, el lenguaje y la toma de decisiones, son algunos de los muchos aspectos que se relacionan con estas disciplinas. Claramente, comprender mejor esas dimensiones es también conocernos mejor a nosotros mismos.

La experimentación directa y simple ayuda a comprender conceptos. Por ejemplo, lo que solemos considerar como un efecto, puede ser en realidad el motor que determine a veces una emoción: los coordinadores nos piden que forcemos en el rostro una sonrisa, bien marcada, y luego de un rato de sostenerla nos hacen notar un detalle: primero he sonreído, porque me lo pidieron, pero luego noto que de alguna manera me siento mejor. Se comprende entonces que si modifico un comportamiento, puedo facilitar el surgimiento de ciertas emociones.

A través del humor y de una explicación simple que facilita la comprensión de temas que son por naturaleza complejos, los primeros dos encuentros tematizaron aspectos relativos al funcionamiento del sistema nervioso y la percepción. El tercero propone una mirada sobre la toma de decisiones, y los dos restantes prometen ocuparse de la memoria, el aprendizaje, la conciencia y los mitos del cerebro. Cada clase es independiente de las anteriores, de manera que no es necesario haber concurrido a las primeras para poder asistir a las siguientes. Es una bienvenida y original propuesta, que propende al mismo tiempo a la diversión y al aprendizaje. Germán A. Serain

Fue hasta el 13 de octubre de 2015
Ciudad Cultural Konex
Sarmiento 3131 – Cap.
(011) 4864-3200

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