GERSHWIN, EL HOMBRE QUE AMAMOS – Jazz y recuerdos

Un divertido concierto para recordar a dos grandes: Gershwin y Baby López Furst

Si al lector de estas líneas se le presentara un círculo cromático y se le pidiera que identificara un punto de color rojo, no tendría dificultad en hacerlo; tampoco tendría problemas para señalar un punto de color amarillo. Pero si se le propone que diga en qué punto exactamente el rojo deja de serlo, para convertirse en amarillo, eso yo supondría un escollo. Algo parecido sucede con la música. Una sonata de Mozart definitivamente es música clásica, y una cantata de Bach es música barroca. Louis Armstrong haciendo Hello Dolly es definitivamente jazz… Pero también hay muchas zonas grises, que por lo general son las más interesantes, donde no resulta tan sencillo poner límites claros. Podríamos decir que tal vez en estos casos el género no queda definido sólo por la música en sí misma, sino que se termina de precisar a través de la interpretación. Así, la música de George Gershwin, interpretada por una orquesta sinfónica, seguramente podrá ser asimilada a la música académica. Pero tocada por Jorge Navarro será jazz, sin posibilidad de discusión ninguna.

Gershwin, el hombre que amamos

Este espectáculo nació en 1997, como una reunión de tres músicos amigos: Ernesto Acher, Jorge Navarro y el recordado Baby López Furst. Gershwin, el hombre que amamos, obvia referencia a uno de los temas más emblemáticos del compositor, se estrenó en el Teatro Avenida como un programa para dos pianos y orquesta. El show se repitió después en varios escenarios y se editó en DVD a través del sello Acqua Records. Más tarde, ya sin López Furst, pero conservando varios de sus arreglos, la propuesta llegó al Teatro Colón y también al Teatro Coliseo, que es donde regresó ahora. Y es verdad que no es lo mismo tener a un gran pianista que a dos. La ausencia de López Furst se nota en cuanto uno rememora esos inolvidables duelos a dos pianos, pero fue una decisión acertada no pretender ocupar con otros candidatos el lugar vacante. Después de todo, Navarro es algo así como un prócer del jazz local, y hace valer sus listones en cuanto se sienta ante el teclado.

Lo acompañaron muy bien los otros dos integrantes de su trío, Carlos Alvarez en contrabajo y un prolijo Fernando Martínez en la batería. Mientras que Acher, al frente de la orquesta, demostró lo suyo sobre todo en la Obertura con la que se inicia la presentación, una suerte de suite sobre diferentes temas de Gerswhin, y ya sobre el final con una selección de la ópera Porgy and Bess. En lo que hace al resto del programa, en el cual el trío alternó con intervenciones de la orquesta, acompañó con discreción y buen humor, pero dejándole en mayor medida el protagonismo siempre al pianista, con lo cual podemos decir que finalmente se trató más que nada de una velada de jazz. De muy buen jazz con orquesta, es justo señalarlo, aunque sin grandes sorpresas, excepto una impecable versión en piano solo de How Long Has This Been Going On, improvisada fuera de programa. A Baby López Furst seguramente le habría encantado. Germán A. Serain

Fue el 18 de abril de 2015
Teatro Coliseo
M. T. de Alvear 1125 – Cap.

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