TANGOS BRUJOS, íntima invitación

Luis Borda presentó su primer disco solista

Daban ganas de quedarse, de seguir escuchando música acompañada por un buen vino. Mientras esperábamos los Tangos Brujos, cálidamente habían comenzado a embrujarnos Luis D’Agostino con su guitarra y Carlos Álvarez en el contrabajo. Casi como si estuvieran en el living de una casa, estos dos dos músicos fueron llevando al público por un particular sendero musical mechado con algunos chistes que anticipaban la llegada del principal protagonista de la noche: Luis Borda.

Álvarez y D’Agostino interpretaron originales y emotivas versiones de Estate, Kansas City Blues, Farmer Trust, Wee y Someday my Prince will Come. Después llegó Luis, para completar el hechizo, con su manera tan peculiar de decir a través de su guitarra, como si dibujase con ella. Todo el tiempo se lo vió muy a gusto con el lugar y con la gente. Y eso es algo que de inmediato se percibe y llega.

El concierto fue la excusa para presentar el primer disco solista de Borda: Tangos brujos, obra de fuerte contenido emocional integrada por tangos clásicos y composiciones propias, que ya ha cosechado muy favorables comentarios. El show, después del primer dúo, fue alternando a Luis como solista con temas hechos en trío. Dos de los más logrados, solo con su guitarra, fueron El día que me quieras de Gardel y Le Pera y Rocío, una bella canción compuesta para su hija.

En formato de trío se destacaron Estampa del Norte, El color de la mañana, una interesante y conmovedora lectura de Retrato em branco e preto y Ritmo de baionga. Todas las interpretaciones fueron muy peculiares, con cuidados arreglos que sonaban también a búsqueda, juego e improvisación. Asimismo estuvo siempre instalado un constante diálogo de complicidad entre los músicos, con espacio para el silencio y poca prisa, permitiendo que el espectador degustase cada rastro de sonido.

El concierto, como las buenas comidas, duró el tiempo necesario para dejarnos felices pero con ganas de seguir escuchando un poco más. De prolífica trayectoria como guitarrista pero también como compositor y productor, Luis Borda le ha dado al tango moderno, en su aspecto concertante, un fuerte impulso, y con justicia es considerado uno de los más significativos renovadores e impulsores del denominado Tango Nuevo. Artista de la canción, vive desde 1996 en Munich, Alemania, y cuando se presenta en nuestro país vale la pena escucharlo. Grisel Bercovich

Fue el 25 de abril de 2015
Salta y Resto

Salta 755 – Cap.
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