La comedia es un homenaje a la persona de Batato Barea. Tomando elementos que eran su marca personal, nos invita a revivir su época con una experiencia provocadora. La vivaz dramaturgia pertenece a Facundo Zilberberg, quien tomó su esencia y estilo. Con sus mejores diálogos, crea una nueva historia, la de un peluquero barrial llamado Walter, Salvador Walter Barea, nombre real de una de las estrellas más increíbles surgidas del movimiento alternativo cultural de los 80.
Conocido popularmente como Batato, se consideraba «clown travesti literario” y era un abanico de expresiones artísticas que reflejaba en sus espectáculos. Histriónico con sello propio e irrepetible, hizo unipersonales, participó en grupos actorales, fue director, performer y artista de varieté. Asiduo concurrente a lugares legendarios de la noche porteña como el Parakultural o la disco Cemento, desestructurado, provocador y sin límites, se ganó en poco tiempo un lugar dentro del teatro off nacional. Su precoz muerte a los 30 años de edad, en 1991, lo convirtió en un mito.
Pablo Palavecino, enérgico y certero, cede su cuerpo y alma de lleno para recrear al talentoso personaje. El director Gabriel Wolf, con mucha sutileza e inteligencia, nos introduce en la biografía del artista, dejando lugar a la subtrama del nuevo personaje. El espacio escénico, con numerosos detalles de la época, encuadra de manera perfecta el viaje al pasado.
El unipersonal es una oportunidad única para conocer y revivir otro teatro o dinámica escénica. Quienes la vivieron recordarán la movida porteña de aquella época, sin malos recuerdos y con una buena dosis de simpatía y artificiosidad. Cristian A. Domínguez
Jueves a las 21
El camarín de las musas
Mario Bravo 960 – Cap.
(011) 4862-0655
www.elcamarindelasmusas.com
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