No son muchas las obras musicales vinculadas de manera directa con el tema de la muerte que tengan la popularidad del colosal Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart. A su magnificencia musical, se suman los particulares detalles de su composición. Un visitante misterioso, que llega a la morada de Mozart casi a escondidas y sin develar su identidad, encarga la composición urgente de un Réquiem, que paga generosamente. Un Mozart muy enfermo, que se aboca a escribir febrilmente, presintiendo que ese será su canto del cisne, el legado final de su incomparable genio. La muerte, que llega demasiado temprano, a raíz de un mal sobre el cual se han tejido cantidad de conjeturas, y una partitura gloriosa, que queda sin embargo terminada sólo parcialmente, y que completó su amigo y discípulo Franz Xaver Süssmayr. Como nota al margen, es una pena que no se hayan difundido otras obras de este compositor, escasas en número pero, algunas de ellas -como el exquisito oratorio Das Namensfest-, merecedoras de mejor suerte.
Todos los elementos señalados hacen a la mística de la obra reseñada y a ese efecto de atracción que ejerce sobre el público. Pero más allá de todo ello, este Réquiem es un trabajo que merece ser escuchado una y otra vez, pues en cada audición se descubren nuevas cosas. Y la interpretación realizada por el Coral Ensamble y la orquesta del Ensamble Lírico Orquestal fue irreprochable. Estaba previsto que dirigiese como invitado el Mtro. Guillermo Becerra, pero -al menos en la primera de las dos funciones programadas- un impedimento de última hora determinó que el podio quedara bajo la responsabilidad de Gustavo Codina, titular del Ensamble Lírico, con un muy correcto desempeño. Fueron solistas Cecilia Layseca (soprano), Lídice Robinson (mezzo), Mauro Di Bert (tenor) y un notable Walter Schwarz (bajo). Previo al Requiem, el programa se completó con el Concierto para violín Nº 4, con la idea de ofrecer una obra de juventud del compositor (lo escribió a sus 19 años) como complemento al último trabajo de su vida.
El esfuerzo que siempre destacamos, en relación al trabajo que realiza desde hace años el Ensamble Lírico Coral, sufrió en esta ocasión un escollo que parece justo señalar. Una semana antes de la primera de las dos funciones previstas de este Réquiem -anunciado desde fines del año pasado-, el Coro Polifónico Nacional, en una fecha que se habilitó a último momento, decidió interpretar la misma obra, en la misma sala y en su caso con entrada gratuita. De más está decir que celebramos la multiplicación de esta clase de presentaciones, y también que se realicen con entrada sin costo allí donde eso sea posible. Pero en este caso parece que falló el buen criterio de los responsables del organismo oficial, por no decir que no se tuvo en cuenta el esfuerzo realizado por los cantantes y músicos colegas. Y es una pena que este tipo de cosas sucedan, pues los artistas deberían ser los primeros en otorgar valor al trabajo realizado por sus pares. Germán A. Serain
Fue el 21 de junio de 2015
Auditorio de Belgrano
Virrey Loreto 2348 – Cap.
(011) 4783-1783
Sitio Web del Ensamble Lírico Orquestal
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