El dramaturgo y periodista Pablo Albarello ha escrito una tragicomedia con tintes de humor ácido, actual y picante, representada por otros actores desde 2005. La idea se mantiene actual y vigente gracias a que el hecho de dos vecinas que se cuentan todo nunca pasa de moda. La dirección de Rubén Pires aporta una dinámica fluida a la puesta.
Consuelo y Martirio son dos ancianas encerradas en un edificio, cuyas personalidades -como sus nombres- son dispares. Comparten un mismo departamento y discuten sin límites temas que van desde la política a la vida de sus vecinos, indagan sobre el amor, el sexo, la religión y los recientes cambios sociales. Revelan algunos secretos como la posible homosexualidad escondida de una o un amor prohibido de la otra. Parecen habitar en su propio mundo, ajenas del exterior. Tan es así que cuando se produce una evacuación del edificio ellas ni se enteran y siguen encarriladas en su ámbito de añoranzas y absurdo delirio.
La recreación de ambos actores es muy concisa. Fabián Bagnato se luce en el papel más fervoroso, conflictivo e incisivo llevando al límite situaciones que divierten mucho. Jorge Varas crea su personaje con ternura y desde lo dramático con elementos de inocencia pero con momentos de humor desbordante. Sus excepcionales interpretaciones hacen reír en todo momento, además de otorgar creíbles identidades y matices que ambos personajes necesitan.
El vestuario certero de Mercedes Uria colabora de manera perfecta con la trama. La puntillosa escenografía refleja acertadamente el típico ambiente de un living donde vive una octogenaria. Se complementa la puesta con música de Sergio Vainikoff, muy bien apoyada por la iluminación, creando los diferentes climas. Una vez más el teatro off soprende con una buena pieza para disfrutar íntegramente. Cristian A. Domínguez
Sábados a las 21
Teatro El Ópalo
Junín 380 – Cap.
(011) 4951-3392
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