Stefano – Actúan: Gonzalo Javier Álvarez, Marcelo Bucossi, Nicolás Cucaro, Mariano Falcón, Maia Francia, Luis Longhi, Lucia Palacios Acosta, Elida Schinocca – Vestuario: Nelly Bellomo – Escenografía: Gustavo Di Sarro, Rubén Pires – Maquillaje: Analía Arcas – Música: Sergio Vainikoff – Autoría: Armando Discépolo – Iluminación y Dirección: Rubén Pires
En esta versión de Stefano -de Armando Discépolo- llama la atención la interesante puesta en escena que recrea un escenario de conventillo con aires pictóricos, de collage, en colores cálidos. Distribuido en tres planos, se aprecia el living de la casa, donde está el piano de Stefano; las ventanitas iluminadas de las habitaciones; y el estudio del hijo mayor del protagonista que, desde arriba, va tejiendo su relato.
Stefano, un compositor y director de orquesta italiano que llega a la Argentina hacia 1900 en busca de una mejor posición social, se enfrentará, después de 20 años, a la más grande de sus
frustraciones: no haber podido componer su propia ópera. Sumido en una profunda tristeza, irá contra los mandatos del pasado y la pesadumbre de su presente (la hambruna, el hacinamiento y la miseria). Stefano soñó a lo grande, pero los condicionamientos sociales y familiares lo zambullen en lo hondo de su patética y grotesca existencia.
El Stefano ideado por Rubén Pires es un grotesco musical. La música es parte de la dramaturgia, representa el espíritu del protagonista y su drama, la imposibilidad de expresar su mundo interno, ponerlo en acción y plasmar su creación. A tal punto está integrada a la acción, que Luis Longhi interpreta muy bien el piano con pequeñas obras clásicas y la música compuesta por Sergio Vainikoff para esta puesta. Gonzalo Javier Álvarez encarna al encantador Pastore, que canta maravillosamente y se luce con Una furtiva lagrima (Donizetti) y la canzonetta O sole mío.
El espectador entra en la historia sin necesidad de intelectualizar o distanciarse, identificándose con Stefano, el artista apasionado que persigue su sueño. La simpleza y la hondura del grotesco criollo están perfectamente captadas y transmitidas por Pires, sin anacronismos.
El deseo trasciende épocas, aunque lo coyuntural influye muchísimo en su concreción. Stefano embarca a toda su familia hacia la Argentina, para concretar la profecía de su éxito. Sin embargo, nada es tan fácil y todos cargan con la frustración del protagonista que no cumple con las expectativas.
Luis Longhi lleva toda su pasión al personaje, lleno de matices en su desempeño y con una excelente caracterización: es Stefano. Maia Francia interpreta muy bien a su esposa, es muy realista, al igual que los padres de Stéfano (Marcelo Bucossi y Élida Schinocca) y su hijo mayor, el escritor (Mariano Falcón).
Los dos hijos menores son los más disruptivos en el relato, los más grotescos, ambos pertenecen al mundo de las ideas o los sueños. Todas las actuaciones son excelentes así como el trabajo vocal. Se los escucha perfectamente y son muy expresivos.
Stefano es una obra para ver y reflexionar. Nos deja con la convicción de que tenemos mucho para decir, sin jamás postergar nuestros deseos. Grisel Bercovich
Se dio hasta noviembre 2019
Teatro Andamio 90
Paraná 660 – Cap.
(011) 4373-5670
andamio90.org
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