Mariano Villasante es músico independiente y activista cultural, con más de veinte años de trayectoria en el circuito under del conurbano sur. Oriundo de Adrogué (Provincia de Buenos Aires), fundó en 1998 Árbol Caído, primera sala de ensayos de la zona y espacio desde el cual realizó innumerables movidas musicales, tales como los ciclos de Ensayos Abiertos. A raíz de esos encuentros publicó el libro Crónicas Abiertas. Además, fue creador y promotor del blog Notansolistas, una red de músicos de toda Argentina y lugares de Sudamérica.
Su camino como cantante y compositor estuvo marcado por Ánima Bendita, banda de culto de Adrogué con la cual editó cinco discos, entre los que se destacan Un elefante no es un pájaro. Como solista inició su proyecto Mariano Villasante & Los Galácticos en 2016. Su primer disco se llamó La música se comparte (2018). A ese debut le siguió La Fuerza (2021), un trabajo coproducido, mezclado y masterizado por Rodrigo Crespo, músico, productor y compositor argentino radicado en Los Ángeles, reconocido por la producción de álbumes como Bossa N’ Stones o Prender un fuego (de Marilina Bertoldi).
Cuando escuché por primera vez a Mariano Villasante, algo me sonó familiar, sentí una sensación que me suelen despertar ciertos cantautores que frecuento. También me llamó la atención su mirada del sur de Buenos Aires, buscando hacer tribu con sus coterráneos y plantado desde su sala Árbol Caído. Escuché atenta y muchas veces cada una de las canciones de La fuerza y cada canción me dejó alguna frase, como esas que se guardan en la valijita de las palabras, de esas que hacen bien o nos invitan a reflexionar: “Qué es así como late la máquina del tiempo. Qué es así, como develar, la fábula del éxito…buscándolo” dice Villasante en La fórmula primer tema del disco. Es una canción tranquila, que invita a conocer el color de la voz de Mariano, su decir, y cierta tranquilidad en su modo de cantar. El arreglo del tema está totalmente unido a la interpretación del cantautor, van juntos.
Luego viene La grilla y nos dice que “Se hace crítica cuando no se puede hacer arte”. Me quedo pensando un poco desde mi lugar de crítica… ¿será así? La tercera canción, La vida con vos, afirma “Si se callan los fantasmas, siento tanto amor por vos”. Se escucha y se siente que el artista nos abre un poco su vida, la comparte, y nos lleva a mirar la vida nuestra. ¿A qué se parece nuestra vida?
Luke está llena de citas a otras canciones y trae un mensaje de hombre empoderado y que no vive sólo para sobrevivir: “Empoderado voy, soy mucho más que sobrevivir. Quiero ser Luke Skywalker luchando, toma lo que quieras de mí”. El EP cierra con Que ver el mar desde un iglú el tema más folklórico del trabajo de Mariano. Es una zamba muy lenta que por momentos nos lleva a sentir una baguala. El amor, el paisaje, “prefiero que me veas así soplando el viento” es una suerte de despedida en tono de haiku.
Mariano abreva en diversos géneros, estilos, épocas, mezcla y hace canción. Nos presenta cinco platos elaborados con gusto, sutileza, sensibilidad y criterio. Rodrigo Crespo, productor general del sonido de La Fuerza, desde Gold Top Music Studios, en Culver City, California, supo interpretar al artista, ir con su sentir y su decir y hacerlo crecer, tarea fundamental que puede hacer que una obra se expanda o se diluya. Por supuesto y fundamentales también son Los Galácticos, músicos que lo acompañan en esta aventura de poder vital y musical.
¿Cómo fue el proceso de grabación de La Fuerza?
Fue un viaje alucinante, una fiesta que todavía no termina. Y una experiencia diferente, respecto de la metodología de trabajo, fue necesario reformular todo el proceso post pandemia y más. Fui dedicándome a cada canción como un artesano, armando equipos, puliendo los detalles, enviando archivos, etcétera. Y siempre estuve bien secundado por Los Galácticos, musicazos que estimulan el crecimiento y el camino. Estoy encantado con La Fuerza, porque ahora todo es música, todo es felicidad.
¿Qué diferencia sentís en tu proyecto solista a cuando eras cantante de la banda?
El trabajo en banda es realmente estimulante, cuando todas las semillas se conectan. El camino solitario es una quimera, una intención sin frenos. Al principio, tardé un poco en darme cuenta, pero después no hubo opción. La diferencia es la voluntad, el deseo de seguir, que todo depende de vos, de aprender a hacer música desde ése corazón.
¿Cómo fue la experiencia de grabar con Rodrigo Crespo?
Trabajar juntos es una bendición, es la frutilla del postre. Su sensibilidad, su talento, son una recompensa definitiva. Con Rodri voy empoderado y mis canciones, en todo caso, tuvieron la inmensa suerte de poder convencerlo. El audio general, el sonido de mi voz, la calidad final del disco, tienen mucho de su mano bendita.
¿Qué pensás que hay que «tener» para llegar más masivamente con un proyecto autogestivo?
Si tuviera la receta de Patricio Rey sería más fácil responder esta pregunta… ja, ja. Supongo que sí o sí deberás “tener” voluntad, sentido de pertenencia con el proyecto, suerte, dinero, prensa y buenas canciones.
¿Cuales son tus próximos proyectos o deseos artísticos?
Me quedan todavía tres o cuatro discos por grabar. Componer la mejor canción del conurbano sur, podría ser un deseo posible. No veo la hora de que vuelvan los ensayos abiertos, los encuentros musicales, el jardín con gente, la música sonando alrededor. Quiero seguir aceitando movidas en mi espacio. Quiero volver a sentir esa combustión. Quiero hacer un streaming. Quiero tocar La Fuerza en vivo. ¿Es mucho pedir?
¿Cómo es el proceso de creación de una canción?
En mi caso sucede de manera orgánica, natural, siempre con una melodía que me estimule a seguir, o algún tipo de conexión entre palabras, que me inspire a darle su sentido, a darle acordes. Después de ese momento inspiracional, sigue un trabajo de artesano, pulir la canción buscando la armonía y el texto, hasta que me represente. A veces viene todo junto, a veces me toma un tiempo hasta terminarla, a veces queda en el camino. En los últimos años (y más desde la pandemia) me di cuenta que tener el teclado o la guitarra siempre a disposición ayuda muchísimo a que las ideas lleguen a la orilla. Y, por supuesto, siempre tiene que conmoverme, tiene que tener algo por lo que valga realmente la pena llegar a ser canción.
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