Julio César – Actúan: Moria Casán, Marita Ballesteros, Alejandra Radano, Malena Solda, Mario Alarcón, Mariano Torre, Mirta Wons, Vivian El Jaber, Fabiana García Lago – Sonido: Camilo Zentner, Ariel Gato – Iluminación: Omar Posematto – Vestuario: Camila Milessi, Emiliano Blanco – Escenografía: Gabriel Caputo – Dramaturgia: William Shakespeare (supuestamente) – Dirección: José María Muscari
Incluir en un mismo párrafo los nombres de William Shakespeare y Moria Casán podría parecer de por sí un despropósito. En el mejor de los casos, el comentario anterior hubiese podido quedar en el terreno del prejuicio. Pero se convierte en algo bien real por obra y arte del director José María Muscari.
Decir que este Julio César es una versión libre del original del dramaturgo inglés sería darle demasiado margen a tal expresión. En verdad se trata más bien de una especie de mutación, producto de mezclar algo que podría lejanamente remitir al teatro clásico, con algo que podría remedar la revista porteña. Ya desde el inicio, mientras la sala del otrora cine El Plata de Mataderos se llena de una música modernosa, la escenografía nos habla de una concepción demasiado sui generis: muchos espejos, sillones que remiten a un night club, dos botellas de Campari y unas copas.
El texto va a asegurar que estamos en la Roma antigua, aunque abunden las referencias contemporáneas y localistas. El travestismo está planteado de entrada. Y nos gusta la figura del César encarnada por una mujer de fuerte presencia como Casán. Pero allí donde realmente queda bien que los roles masculinos sean abordados por mujeres como un símbolo de empoderamiento —todas las actrices hacen un trabajo notable—, el modo en que los personajes femeninos son representados por hombres linda con la caricatura.
Y he ahí el gran problema de este Julio César: se constituye como una gran colección de clichés caricaturescos y superficiales, con pasos de baile y bastante punchi punchi incluidos. Bajo todo esto quedan enterradas las mejores posibilidades teatrales, así como los mensajes que el drama original podría ofrecer, sobre todo en el terreno de la crítica política, que se esboza aquí y allá, aunque sin llegar a prosperar.
Es una pena, porque todo el elenco es muy bueno, y hubiese sido muy interesante apreciar a Moria Casán como actriz en una dimensión infrecuente en ella. Sin embargo, su trabajo pasa la mitad del tiempo por hacer de Julio César, y la otra mitad por hacer de Moria Casán. Algo que el público celebra, en definitiva, pero que resiente los posibles mejores resultados.
El dispositivo escénico y lumínico está muy bien logrado y, para ser sinceros, la obra no llega a desagradar. Pero Muscari cede una vez más a repetirse en su estética ligera y sus giros degénero. Y desperdicia la oportunidad de hacer algo que podría haber sido mucho más interesante y memorable. Es probable que en el circuito comercial de la calle Corrientes esta obra nos hubiese caído mejor. Pero entendemos que la responsabilidad del Estado, a través del Complejo Teatral de Buenos Aires, debería apuntar a otra clase de producciones. Germán A. Serain
Sábados y domingos a las 17
(hasta el sábado 25 de junio)
Cine Teatro El Plata,
Av. Juan Bautista Alberdi 5765 – Cap.
complejoteatral.gob.ar
Comentarios