Fresa y chocolate – Actúan: Christian Carrizo, Luis Godoy y Oscar Marvic – Autor: Senel Paz – Dirección: Leonardo Gavriloff
Con esta adaptación para teatro de Fresa y Chocolate, Leonardo Gavriloff lleva a cabo un desafío riesgoso. Lograr esta puesta en escena supone una dramaturgia en la cual es necesario tener en cuenta la idea original, escrita a modo de cuento por Senel Paz, llamada El lobo, el bosque y el hombre nuevo, a la cual se sumaría en 1993 una versión cinematográfica a cargo de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío.
Este diálogo entre narrativa y cinematografía puede apreciarse claramente. Se asiste a una historia que gira en torno a dos hombres cubanos que, por sus diferencias, se sienten tan atraídos como contrariados; el estado de tensión entre un joven estudiante comunista y un artista marginal homosexual es el corazón de la obra.
Para recrear este universo íntimo que se va formando en los encuentros a solas entre ellos, el director ha elegido sin duda al cuerpo como objeto directo y sin mediaciones. Con muy pocos recursos en escena, los actores quedan abandonados a un teatro físico en el que cada gesto y cada acción son esenciales para contar el repentino surgimiento de una amistad construida sobre la diferencia. La interpretación actoral da cuenta de esta búsqueda y, en particular, la riqueza gestual de Oscar Marvic resulta nutritiva, graciosa e inquietante.
Sin embargo, para quienes hayan visto la versión cinematográfica, algunos fragmentos conservan cierto acento dramático de los personajes. La actuación del elenco deja abierta la posibilidad de que la búsqueda corporal pueda ir aún más allá, al hallazgo de nuevas formas de expresar la tensionante y frágil intimidad que caracteriza al relato.
A su vez, seduce el modo en que mediante intensos y emotivos monólogos esta nueva versión actualiza la psicología de los protagonistas, abriendo un lugar para escuchar la historia personal de cada uno, detalles de su pasado, voces que se agitan, tal como puede sentirse en la versión narrativa de Senel Paz. Es entonces cuando se tiene la sensación de asistir al teatro interior de estos hombres, a su necesidad de afirmarse en la identidad que terminará por reconocerse en la diferencia. Camilo Barajas Hernández
Jueves a las 23
Teatro La Mueca
José A. Cabrera 4255 – Cap.
(011) 4867-2155
Teatro La Mueca en Alternativa