EL HIJO MAYOR, gracia campechana

Una historia insólita de idas y vueltas en el medio de alguna pampa perdida.

Autor: Alexander Vampilóv – Actúan: Anabella Abrigo, Mariano Altamirano, Juan Bianchi, Martín Buyo, Verónica Faral, Liliana Fernandez y Pedro Gilmore – Vestuario y escenografía: Giles-Bouquet – Música: Nicolás del Castillo – Adaptación, Idea y Dirección: Alejandro Giles

Lo que comienza trágicamente, dramáticamente, exacerbadamente gritado y confuso, muta de a poco en un gracioso disparate, más cercano a la comedia de enredos que al terrible drama que se vive en un lejano rincón de una no menos lejana Rusia, o quizás un más cercano campo argentino. Allí alguien ha perdido un tren y necesita cobijo en una noche imposible, allí alguien habrá de reencontrarse con un pasado, peleará con el presente y solo Dios sabrá cual será el futuro. Hijos que no son tales, mujeres que no existían, secretos escondidos que salen a la luz, conforman la atractiva historia cuyo rumbo sinuoso sorprende en cada vuelta.

El texto, de Alexander Vampilóv, dramatúrgicamente tratado por Alejandro Giles, invoca aristas impensadas de los seres humanos ante situaciones equívocas. El director ha logrado una puesta en escena muy interesante, en un simple cuadrilátero que se convierte en los requerimientos de la escena, marcando gestual y corporalmente cada necesidad. El tono del habla oscila entre un ruso a veces ininteligible, hasta el más campechano de los acentos pampeanos, sin solución de continuidad, circundando la idea de que las mentiras, la maldad, la humillación, y también la honestidad, el desinterés y la generosidad son inherentes al ser humano en toda geografía y momento. Las reflexiones respecto de la vida y ciertas situaciones son emitidas como sentencias demarcatorias que modifican el decurso de la historia. La iluminación es también protagónica y genera per se un acompañamiento escenográfico que se une al viejo banco de madera, una maleta de cuero y una deslucida trompeta, símbolos que complementan un vestuario que termina de reflejar la personalidad de cada integrante, con un gorro militar, soleritos de lana, pañuelos al cuello, bufandas y alpargatas.

En un elenco no del todo parejo, se destaca notablemente Liliana Fernández, dotando a su Olga de gracia y energía con gran convencimiento, mientras Martín Buyo compone divertidamente a un aviador descentrado y muy particular. Anabella Abrigo y Mariano Altamirano comienzan muy tibiamente para ir dotando de carnadura a sus personajes hacia el final, al igual que Juan Bianchi en el papel del padre. Verónica Faral y Pedro Gilmore completan el septeto de esta desopilante historia, plena de vericuetos y juegos de palabras que Giles supo aprovechar para darle un cierto tono de comedia surrealista. Martin Wullich

Se dio hasta septiembre 2009
Teatro Tadrón
Niceto Vega 4802 esq. Armenia
Capital – (011) 4725-3637
(011) 4777-7976
www.elhijomayor.com.ar

www.tadronteatro.com.ar
www.alejandrogiles.com

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