Adela está cazando patos – Actúan: Diego Benedetto, Monina Bonelli, Guillermo Jacubowicz, Julián López, Armenia Martínez, Iride Mockert, Pablo Seijo – Vestuario: Mariana Ron – Iluminación: Javier Casielles – Sonido: Peppo Razzari y Mercedes Tennina – Autoría y Dirección: Maruja Bustamante
Un muy bien logrado ambiente campechano, en la provincia de Formosa, es el marco en el cual se teje Adela está cazando patos. Un hombre, enriquecido funcionario y propietario de un campo, ha muerto en circunstancias poco claras. Su familia espera la llegada del cuerpo para enterrarlo cristianamente. Entre tanto, él regresa -como fantasma travestido- para hablar con su hija mayor y pedirle que investigue las causas de su desaparición. Hace mucho calor, no sólo en el terruño, sino en la situación que se vive. Hay muchas dudas y sospechas, viejos rencores y secretos nunca antes develados. Ninguno de los personajes está exento de culpa. Entre el grotesco, el drama y el disparate, Maruja Bustamante ha escrito y dirigido un atrayente relato con llamativos elementos que crean el clima necesario para el desarrollo del mismo. Allí conviven el campo y la ciudad, la tradición y la modernidad, la pacatería y el desparpajo, y las relaciones sexuales de toda índole.
Hay un buen trabajo de equipo, pero se lucen especialmente Monina Bonelli -en el papel de Adela-, con un convencimiento notable puesto al servicio del drama, y Guillermo Jacubowicz -como el sirviente de esa estancia que acepta sin remilgos los insólitos pedidos de sus patrones, sin desdeñar algún favor carnal-, en el punto justo y preciso de su personaje, que parece ser el único equilibrado. Armenia Martínez compone correctamente una madre que se las trae, bajo el manto de una aparente dignidad. El hijo, hastiado y con ganas de escapar de ese infierno, es personificado por Diego Benedetto, cómodo en su personaje y acorde con su physique du rol. Pablo Seijo -el chakal-, crece actoralmente en la medida que transcurre la historia.
El verde pastizal, la clásica puerta de entrada a la casa en la cual muchos misterios aguardan, un columpio que será confesionario, la piscina que refrescará los tórridos momentos alcanzados en la ríspida relación familiar, han sido muy bien resueltos escenográficamente por el Grupo Capicúa, en tanto que la iluminación de Javier Casielles colabora para una creativa puesta en escena en un espacio difícil. El sonido –Mercedes Tennina y Pepo Razzari-, proveniente de diferentes puntos, marca lugares y aviva la imaginación del espectador. Martin Wullich
Se dio hasta 2016
Teatro Espacio Callejón
Humahuaca 3759 – Cap.
(011) 4862 1167
Maruja Bustamante en este Portal
Estrenó en 2008 – Abasto Social Club
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