TÁR (Estados Unidos – 2022) – Actúan: Cate Blanchett, Nina Hoss, Mark Strong, Noémie Merlant, Sam Douglas, Sydney Lemmon, Diana Birenyte, Vivian Full, Amanda Blake, Hildur Guðnadóttir – Fotografía: Florian Hoffmeister – Guion y Dirección: Todd Field
TÁR es una película bellísima, que va a aburrir a mucha gente. No hay contradicción en esta idea. Imagine el lector estar en una reunión social, donde cada grupo de personas mantiene distintas conversaciones. La distancia entre pasarla fantástico y aburrirse mortalmente estará marcada, en buena medida, por la suerte que se tenga para incorporarse a aquellas charlas que toquen temas que nos interesen, evitando otras que no.
Esta es una película sobre música. Un drama psicológico, escrito y dirigido por Todd Field, protagonizado por Cate Blanchett, que será disfrutado por aquellas personas que tengan cierta familiaridad y un interés específico por el mundo de la música clásica y la dirección orquestal. Un público que sepa que la sigla DG remite a un tradicional sello discográfico alemán, y MTT a un director de orquesta estadounidense. Del otro lado, es posible que alguien con un grado de expertise muy alto en el tema observe detalles que le resten al relato algo de verosimilitud. Ese público quizás deba recordar que se trata de una ficción, y no de un documental.
Lydia Tár no existe. Forma parte de un universo posible, con muchos puntos de contacto con nuestro mundo real, que hacen al atractivo de la película; pero no deja de ser una ficción. Enfatizamos esto porque no tiene sentido indagar si los gestos que hace la actriz de verdad se corresponden con los que haría un director de orquesta, o si alguna vez La consagración de la primavera fue programada en el Metropolitan Opera de Nueva York, como asegura el relato. En este universo posible Lydia Tár dirigió la obra de Stravinsky en el Met, y es una de las mejores directoras y compositoras de su tiempo, discípula de Leonard Bernstein y primera directora titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín.
Filmada en la capital alemana en 2021, Todd Field asegura haber escrito el guion especialmente para Blanchett, y el rol en verdad le queda a medida. El reparto lo completan Nina Hoss, Noémie Merlant, la cellista Sophie Kauer, Julian Glover, Allan Corduner y Mark Strong. La música original de la película quedó a cargo de la compositora islandesa Hildur Guðnadóttir, ganadora de varios premios, entre ellos el Oscar por la banda sonora para la película Joker. En un guiño que combina ficción con realidad, en una escena en la cual el periodista Adam Gopnik presenta a Lydia Tár ante un auditorio, Guðnadóttir es mencionada entre los compositores que en teoría han escrito música para ella.
Tár se estrenó en el marco del 79° Festival Internacional de Cine de Venecia, el 1° de septiembre de 2022, y se lanzó a las salas comerciales el pasado 28 de octubre. Para inicios de febrero 2023 está previsto su estreno en Argentina. La película dura dos horas y media, que vale la pena recorrer en su totalidad.
En el mundo de la música clásica, no son pocos los famosos directores, pianistas o cantantes que han sido señalados por supuestas conductas impropias en el terreno de lo sexual. Léase acosos, avances impropios, abusos de poder o concesiones especiales realizadas a cambio de favores. Si decimos supuestas es por la sencilla razón de que no nos constan y en la mayoría de los casos no han sido probadas judicialmente, aun cuando sean vox populi. Ese es el principal eje de conflicto de este drama. En pareja con la concertino de su orquesta, Lydia Tár verá cómo su vida y reputación desbarrancan a partir del suicidio de una joven becaria, con la cual ha sido implicada. Celos y rivalidades sumarán combustible a la hoguera, al igual que la llegada de una nueva cellista, que recibirá de inmediato la atención de la famosa directora.
La película ya ha generado debate. Es que Lydia Tár no solo es mujer, en un rol musical que durante muchísimo tiempo estuvo reservado a varones, sino que además es lesbiana. Esto abre dos posibilidades: una, orientada a la igualdad, plantearía que da lo mismo que un director sea hombre o mujer, homosexual o heterosexual, cualquiera puede ser protagonista de una historia de corrupción o deslices, al margen de su sexo, género u orientación sexual. En el otro extremo, ya hubo quienes pusieron el grito en el cielo pretendiendo que se trata de una película lesbofóbica. Por su parte, también las feministas podrán sentirse ofendidas por el rechazo del personaje hacia el lenguaje inclusivo.
Lydia Tár: No soy la más indicada para responder pues no leo reseñas. Pero es raro que alguien se haya sentido obligado a usar la expresión «maestra» en lugar de «maestro». A las mujeres cantantes no las llamamos «cantatrices».
Con un precioso marco musical al que aportan especialmente Bach, Mahler y Elgar, la actuación de Cate Blanchett es sorprendente por lo precisa y expresiva. Llegamos realmente a olvidar que se trata de una actriz, y vemos encarnada en ella a la directora estrella. El guion trabaja muy bien los contenidos relativos a aspectos diversos del mundo musical, y aborda de manera inteligente y atrevida preguntas sobre el poder y las relaciones, el abuso de autoridad y las estructuras de mando, la moral y las debilidades humanas. La fotografía es impecable, y el conjunto resulta en verdad imperdible. Germán A. Serain
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